Con la crisis económica actual española han bajado los índices de ausentismo, pero ¿Qué ocurre con el ausentismo de la gente que sí que acude a su puesto de trabajo? El ausentismo presencial consiste en acudir al trabajo e invertir el tiempo en tareas que no tienen que ver con éste y, en la gran mayoría de casos, utilizando los recursos de la empresa.
Belén Díaz, consultora de Talent Search People, afirma que dada la coyuntura económica y laboral actual, éste se está convirtiendo en uno de los tipos de absentismo más comunes en España. Los trabajadores no se arriesgan a no acudir a su puesto de trabajo por miedo a ser despedidos, pero una vez en él su rendimiento es muy similar al de si se quedasen en su domicilio.
Las actividades más frecuentes entre los trabajadores que practican este tipo de ausentismo son realizar llamadas telefónicas personales, lectura de periódicos y revistas online, alargar la pausa del café o chequear el correo electrónico personal. Además, interrumpen a los compañeros que si están trabajando con charlas que no tienen que ver con sus tareas.
Según Díaz, el origen de este comportamiento pueden ser varios factores. Una de las principales causas es la desconexión total entre el trabajador y la empresa, debido a que el trabajador está buscando un nuevo reto profesional en otra compañía o bien porque se encuentra quemado o desmotivado. Si se trata de esto, es importante atajarlo a tiempo, porque existe un alto peligro de contagio. Lo que se requiere en estos casos es “aplicar medidas que fomenten el sentimiento de pertenencia y la motivación” señala la consultora.
Pero también hay casos en que el ausentismo presencial viene producido por una mala racha personal. Se debe analizar cada caso de manera individual y “potenciar la comunicación para que el empleador conozca realmente a sus empleados, para poder ayudarlos en situaciones como éstas, bien con la aplicación de medidas de conciliación o con un ajuste temporal de sus funciones”, aconseja Díaz.