Cuando tiene lleno el calendario y su buzón se está desbordando, es difícil encontrar tiempo para pensar. Sin embargo, mejorar la calidad de sus ideas requiere reflexión libre. Esta actividad le ayuda a examinar sus suposiciones y crear vínculos entre la información. ¿Cómo puede aportar tiempo para hacerlo?
Depende de su calendario y ritmo individuales. Podría establecer su espacio de reflexión en un solo día: los lunes por la mañana, por ejemplo, como el momento en que reflexiona y organiza el resto de la semana. También podría repartir el tiempo a lo largo de la semana, apartando 90 minutos divididos en tres días.
También puede combinar sus reflexiones con otra actividad, como dar un paseo por la tarde o beber una taza de café en la mañana. Sin importar qué estrategia elija, asegúrese de programar con regularidad su tiempo de reflexión y que sea un evento imprescindible en su calendario, sin que los interrumpan los correos, las llamadas ni las reuniones.