Horas y horas sentados sin tener tiempo de ir al baño o servirse un café. Teléfonos que suenan y mails que llegan y, en algunos casos, jefes y jefas extremadamente exigentes.
Si a esto le sumamos el estrés, las tensiones y las responsabilidades, nos encontramos con que de a poco la salud se va comprometiendo: los músculos y las articulaciones se contraen y aparecen los dolores y las molestias.
Con esto en mente, varias empresas preocupadas por el bienestar de los empleados y con el objetivo de mejorar su rendimiento inventaron hace algunos años en los Estados Unidos el concepto de "Office Gym" o gimnasia en la oficina, que luego fue exportado a Europa y se ha comenzado a instalar en Sudamérica.
Las ventajas son muchas: desde el punto de vista físico, ayuda a sentirse mejor, más cómodos, y a evitar contracturas; desde lo psíquico, además, genera bienestar y contribuye a desarrollar más resistencia al estrés.
Las practicas pueden consistir en pausas activas de movimiento en la oficina: que consta de ejercicios de movilidad, articulación y estiramiento durante 15 minutos desde el mismo puesto de trabajo, cinco minutos de ejercicios por hora previenen los daños provocados por el sedentarismo.
Se recomienda extender este tiempo a "al menos una hora", de modo de combinar ejercicios de precalentamiento, primero, luego una rutina de trabajo aeróbico, fortalecimiento muscular y reestablecimiento postural y, por último, movimientos de relajación.
Es conveniente repetir esta práctica tres veces por semana y, en lo posible, complementarla con un deporte fuera del trabajo.
A continuación una guía práctica para seguir en la oficina:
- Evitar atender el teléfono sosteniéndolo con la cabeza. En caso que esto sea estrictamente necesario, tomar una llamada de cada lado. Es decir, cambiar el tubo de oído.
- Mover el monitor de lugar para evitar que la vista (y por ende la cabeza y el cuello) se dirijan siempre al mismo lugar.
- Levantarse a cada rato y caminar al menos 10 metros. Puede acompañar la caminata con movimientos circulares de los brazos.
- Sentarse cerca del escritorio, con la espalda derecha, completamente apoyada en el respaldo de la silla y justo enfrente de la pantalla de la computadora.
- Los pies deben estar apoyados en el piso o en una superficie adecuada.
- Procurar que se forme entre el muslo y la pierna, aunque también entre el brazo y antebrazo- un ángulo de 90º.
- Ubicar el teclado de la computadora no al borde del escritorio sino a unos 15 cm para poder apoyar la muñeca.
Fuente: www.terra.com.pe