Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT), alrededor de 43 millones de trabajadores podrían correr el riesgo de ser desvinculados de sus empresas o quedar en el desempleo a largo plazo si es que los gobiernos se apresuran en retirar los estímulos económicos que vienen designando tras la gran crisis.
Un retiro apresurado de las medidas de estímulo adoptadas para enfrentar la crisis podría posponer por años la recuperación en el empleo, como lo indica la agencia de Naciones Unidas.
La OIT, en septiembre, anunció que a lo largo del 2008 y el 2009 el número de desempleados podría aumentar entre 39 y 61 millones, para alcanzar un record de 219 a 241 millones.
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