Por Alfredo Salgado, Gerente General del Grupo EULEN Perú
A puertas de cerrar el primer trimestre del año es importante que las empresas empiecen a medir y evaluar los esfuerzos necesarios para alcanzar sus objetivos del 2022. Tras dos años complejos, la reactivación económica, se convierte en un punto de partida relevante para alcanzar objetivos que por razones pandémicas se estropearon.
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Es común que en esta etapa del año y más con la coyuntura actual, las compañías comiencen a visualizar necesidades de diferente índole, las cuales deben ser atendidas según la premura de cada una. Entre las prioridades, surge la de contar con personal calificado en determinados espacios de tiempo que colabore con la continuidad de nuestro negocio o labores vinculados a éste.
Frente a esta necesidad está la intermediación laboral, una opción adecuada y un excelente medio para estos casos. Esta forma de trabajo consiste en que la empresa vincule a perfiles de trabajadores con determinadas ofertas de empleo para cubrir plazas de empleo que existen en el mercado. Es así, como la intermediación laboral busca ser una solución estratégica para las empresas usuarias, poniendo especial énfasis en el cumplimiento de la regulación legal-laboral que rige sobre la materia y en el respeto de los derechos de los colaboradores.
Bien hecho, este modelo, contribuye a reducir el desempleo a corto plazo, disminuir la rotación en el empleo, bajar el costo de las nuevas contrataciones y gastos administrativos, mejorar la productividad y el crecimiento de las empresas. Hasta, facilitar un mejor clima laboral.
Sin embargo, considerar, que es responsabilidad de la empresa usuaria tener toda la información sobre el proveedor a seleccionar, a fin de seguir un proceso seguro y que no genere gastos innecesarios. Lo primordial es no caer en organizaciones informales; tener en cuenta, que la empresa intermediaria está autorizada por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo para realizar actividades de este tipo de servicio.
Dejar en manos de expertos este tipo de servicios contribuirá a que los directivos se concentren en las tareas que solo puede resolver el equipo de trabajo, sin abarcar todas las ramas y perdiendo el foco de lo trazado en un inicio.
Como última idea y para cerrar lo expuesto: “El principal error de las empresas es tomar decisiones tardías. La evaluación e implementación de estrategias debe ser constante y en bien de todo el personal de la organización”.
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