El sostener una postura de poder durante una entrevista de trabajo puede mejorar las opciones de ser contratado en un proceso de selección. Pero es importante aclarar que esa posición o lenguaje no verbal no debe ser una constante, ya que se podría entender como una actitud soberbia por parte del candidato.
Expertos en temas de reclutamiento señalan que ejercitar una posición de poder durante dos minutos puede mejorar dramáticamente la performance en una presentación, entrevista de trabajo o negociación difícil.
En el caso de la entrevista de trabajo, es una buena oportunidad para demostrarle al seleccionador de que eres un candidato que sabe liderar y tomar decisiones.
Si lo que se busca es fortalecer el lenguaje corporal, estas son cuatro recomendaciones que pueden ayudar:
- Es importante tomar conciencia de cuáles son las posiciones que naturalmente se adopta y determinar si son posiciones de poder o se suele ceder el poder a otro.
- Se debe identificar la situación que se tiene por delante, y ver si requiera que se expresen las ideas con gran confianza y autoridad.
- Resulta necesario decidir la posición que mejor se acomode al profesional en una entrevista de trabajo y practicarla a diario, sobre todo minutos antes de la reunión.
- En adelante, el profesional debe observar lo que estás expresando y cómo está comunicando con su lenguaje no verbal y, de ser el caso, intentar hacer los ajustes necesarios.