Hoy en día lo que genera ineficiencia en el trabajo de equipo es que el ser humano es imperfecto por naturaleza y tiene tendencias perjudiciales, según Miguel López Morejón Director de Kayros Institute. Sin embargo, conocerlas permite a los integrantes de un equipo establecer pautas y compromisos que los corrija, para lograr así que cualquier equipo sea productivo, que produzca resultados y mantenga un buen ambiente.
Para que se pueda trabajar eficazmente en equipo es necesario que cada uno de sus integrantes desarrolle las siguientes actitudes:
- Confianza: Es un pilar de cualquier relación, y por tanto la base para que cualquier equipo funcione con éxito.
- Conflicto Constructivo: un conflicto no siempre tiene que ser negativo. Afrontar el problema que afecta al equipo y enfrentarlo como motor de confianza, es fundamental para que todos los integrantes se involucren en la toma de decisiones con el mismo objetivo.
- Compromiso: cada parte del equipo debe comprometerse con las acciones acordadas. Por eso debe ser claro, sin miedo al error y evitar el síndrome del consenso.
- Responsabilidades: Asumir consecuencias en la toma de decisiones. El propio equipo ha de ser garante de que cada miembro ocupe sus responsabilidades acordadas.
- Foco en resultados: los miembros del equipo deben tener una comprensión del propósito de su existencia para que exista un compromiso a nivel grupal.
No solo es necesario contar con buenos jugadores, es necesario que estos miembros tengan 3 virtudes: “Humildad”, “Hambre” y “Empatía”. Humildad para pensar menos en uno y más en el grupo, la empatía para relacionarse de una manera competente, y hambre para tener esa motivación extra que se necesita.
“Las 3 virtudes son susceptibles de ser desarrolladas, y el papel del líder es esencial, ya que él ha de ser el primer modelo de jugador de equipo”, concluyó Miguel López Morejón.