Estudio revela que para los ejecutivos, el aumento salarial no es un factor lo suficientemente relevante como para compensar el pase de una empresa a otra.
Si en el 2015, los ejecutivos peruanos exigían un 14,4% de incremento salarial en promedio para concretar su traslado de una empresa a otra, este año las cosas serán distintas.
Y es que, según revela el estudio KPI(Key Performance Indicator)para cambio de trabajo DNA Human Capital frente a economías menos dinámicas, hoy se prioriza la estabilidad laboral por encima de los aumentos salariales.
“Muchos prefieren mantener la antigüedad y garantías de su trabajo actual antes que cambiar a uno nuevo donde el (monto del) aumento salarial no sea quizá, en estos momentos, lo suficientemente relevante como para compensar el cambio”, refiere Fabiano Kawano, Country Manager de la consultora.
Para corroborar lo dicho, DNA refiere que en el 2015, el KPI- variable que mide el aumento solicitado por los ejecutivos para trasladarse de un empleo a otro- fue en descenso y de un 17% a inicios de año cerró a 11%, por lo que para el 2016 “es difícil que el mercado retome las expectativas salariales pasadas, considerando sobre todo que las elecciones presidenciales imprimirán cierta incertidumbre con respecto a las políticas que se podrían implementar”.
No obstante, Kawano espera que en el 2017 estas expectativas salariales se mantengan estables y con leves repuntes hacia finales de ese año. Para que dicha recuperación se concrete, DNA considera que factores como la solidez y el crecimiento sostenido del mercado, tanto por la inversión de los peruanos como por la del gobierno, resultarán fundamentales.
“El crecimiento debe ser estable y constante en el tiempo, porque eso entrega las bases para asumir que el mercado permitirá un mayor aumento salarial”, sostiene el ejecutivo
Por sectores
Por actividad económica, Telecomunicaciones es “quizá” la industria que presenta un escenario más sólido. “En los dos últimos años, se han realizado fuertes inversiones en este sector. Esto impulsa no solo a esta industria sino también a los proveedores de esta, quienes verán aumentar de igual forma sus ventas y expectativas salariales”, destaca el informe.
Y pese a que la minería se ha visto afectada a nivel global, por la menor demanda de los mercados asiáticos y el consiguiente desplome de su valor a nivel internacional, el crecimiento proyectado de la producción minera (12%), impulsada por proyectos como Las Bambas y Cerro Verde, no solo elevarán el KPI del sector – que el año pasado fue el más bajo- sino que también propiciarán una mayor demanda de profesionales calificados, “quienes aspirarán a mayores salarios que los percibidos en el último trimestre del 2015”.
Fuente: El Comercio