En los últimos años, el término empleabilidad abarca a la capacidad de la fuerza laboral para obtener y mantener empleos satisfactorios, a pesar de la necesidad de cambio en el mercado.
También nos referimos ahora a otra palabra: aprendibilidad. Este complemento al primer término define a la disposición para aprender a lo largo de la vida. Esta facultad permitirá actualizarnos en estos tiempos que exigen celeridad en la adaptación.
El posicionamiento de la inteligencia artificial, por ejemplo, podría desplazar en las actividades a los humanos sin distinguir los grados de preparación académica. Cifras de entidades globales aseguran que hasta el 45% de las ocupaciones de hoy serán automatizadas en el mediano plazo.
En el mercado peruano, los empleados jóvenes tendrán que innovar más de 10 o 14 veces para seguir siendo útiles, lo cual exige una alta capacidad de aprendizaje. Es clave fomentar una cultura de cambio con pensamiento creativo, crítico y analítico, así como un trabajo colectivo, multidisciplinario e innovador.
Resulta necesario que se siembre una actitud de aprendizaje, y al contar con una herramienta como internet, todo queda al alcance de nuestras manos, así como la facilidad para relacionarse con las personas.
Fuente: El Comercio
