La marca personal en un proceso de selección es importante, por lo tanto especialistas han determinado que el color de la vestimenta influye en la percepción de los reclutadores, quienes procesan la información y las emociones de manera diferente.
Si postula a un puesto ejecutivo lo más recomendable será presentarse con una vestimenta formal. Es decir, con terno, en el caso de los hombres, y sastre, en el caso de las mujeres, proyectando un estilo más tradicional.
Los profesionales que buscan trabajo comprenden la importancia de una entrevista laboral, pues, de salir airosos, podrían conseguir el puesto al que postulan. Para lograr el objetivo, es necesario cubrir detalles que le permitan destacar frente al resto de postulantes.
En ese sentido, se debe estructurar un buen Currículum Vitae, ensayar las respuestas, ser puntual y tener la documentación en regla. No obstante, aunque parezca algo menos importante, tener la ropa adecuada para la reunión de trabajo.
Silvana Cárdenas, Country Manager de Right Management, comenta que los postulantes deben identificar el sector, así como la cultura de la empresa a la que se presentan, porque si se trata de una firma afín a una industria creativa, claramente el código de vestimenta será más casual.
En cambio, si se busca una posición en el sector financiero o legal, lo recomendable es utilizar un estilo conservador con colores que proyecten profesionalismo y sobriedad.
Karina Rose, directora de Recursos Humanos del Grupo EULEN Perú, afirma que si el candidato postula a un puesto ejecutivo lo más recomendable será presentarse con vestimenta formal. Es decir, con terno, en el caso de los hombres, y sastre, en el caso de las mujeres, proyectando un estilo más tradicional.
Para adoptar otras alternativas, Rose, recomienda tener en cuenta dos puntos.
- Conocer los códigos de vestimenta de la organización a la que se postula.
- Adaptar ese código a un estilo propio.
Dicen que no existe una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión y esta frase, explica Cárdenas, aplica en el caso de las entrevistas de trabajo, pues es el momento en el que el postulante tiene la oportunidad de persuadir al entrevistador.
Psicólogos y especialistas en marketing personal han determinado que los tonos de la ropa influyen en la percepción de las personas.
Cárdenas afirma que, según una encuesta realizada a reclutadores de diferentes empresas y sectores, el azul y el negro son los tonos más recomendados. Mientras que el azul marino se consideró como el color idóneo para las entrevistas de trabajo, porque proyecta confianza, profesionalismo y capacidad para trabajar en equipo, el naranja fue el menos votado, porque se asocia a personas poco profesionales.
El gris, en cambio, habla de una persona con pensamiento lógico y analítico, el violeta expresa equilibrio emocional, y el negro transmite capacidad de liderazgo y elegancia.