Si consideramos una organización como un vehículo que nos lleva a todas las personas que los componemos a un destino, entonces el motor debe estar compuesto por una serie de características que hacen que la velocidad y el ritmo sean adecuados para llegar con éxito a donde nos proponemos.
Estas serían las 9 D que tendría ese motor :
- DIVERSIDAD: Lo que enriquece a una compañía y hace que este en constante movimiento es dejar que fluya esa diversidad y permitir que se produzca un encuentro entre las distintas corrientes de personas en la empresa
- DECISIÓN: Ser decididos empuja hacia adelante. La acción es lo que impulsa a las personas y los proyectos. Si tuviéramos que poner en la retribución económica de los managers el peso sobre lo que deben percibir, la parte más importante sería la toma de decisiones.
- DETERMINACIÓN: Íntimamente ligada a la anterior. Una firme determinación servirá de ejemplo para el resto de personas, que verán que no hay dudas hacia dónde vamos.
- DIRECCIÓN: La dirección es el punto hacia donde miramos para llegar al destino. Debe ser constante y con un rumbo. Por supuesto, se permiten cambios ya que lo importante es llegar al destino, aunque a veces tengamos que hacer algún giro.
- DESAFÍO: Se trata de buscar el camino estableciendo retos a la persona. La empresa debe explorar lo que le apasiona a los colaboradores para que estas sean retadas en busca de un avance superior para ellas y para la misma organización. Asimismo, buscar los límites de las personas, como se busca el límite de un motor para su máximo desempeño.
- DESCUBRIMIENTO: Si hay alguna competencia que están buscando las organizaciones a la hora de contratar nuevos empleados, se trata de la de tener curiosidad. Hay que experimentar y ver nuevos caminos. Eso sí, en un entorno donde se tenga tolerancia al error.
- DESEO: Si quieres algo haz que ocurra. Esta emoción que encierra las ganas por llegar a algo se denomina también pasión.
- DISFRUTAR: Si vamos a dedicar tiempo de nuestra vida a algo, con lo que nos vamos a comprometer, debería ser algo con lo que verdaderamente disfrutamos. Se trata de un estado no permanente pero si ligado al objetivo final. Aunque realice tareas monótonas o repetitivas, sé que disfruto con la consecución del resultado final. El disfrute en las empresas es necesario para poder sentir ese compromiso con la organización.
- DIVERTIRSE: Si renunciamos a divertirnos con nuestro trabajo, estamos limitando nuestro potencial de hacer las cosas. Los momentos de diversión en una compañía son necesarios para seguir adelante. Las empresas deben generar espacios de momentos divertidos que son la “gasolina” que revitaliza para continuar con más fuerza aún.
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