A pesar de los avances tecnológicos y las nuevas formas de reclutar talento, las tradicionales cartas de recomendación siguen vigentes como una de las alternativas más creíbles de comprobar nuestras habilidades y experiencias para el puesto que estamos postulando.
Para muchas empresas esto es un requisito, pero sobre todo para cargos que demandan mayor responsabilidad. No tan sólo basta con señalar el nombre del antiguo empleador y la información de contacto (número telefónico y e-mail), sino que además debes explicar el tipo de relación laboral que se mantuvo con esa persona.
Este es un punto que no debes dejar pasar, ya que esta información es clave a la hora de seleccionar a un nuevo colaborador y debes ser sincero. Recuerda que siempre debes tener preparadas tus referencias cuando asistas a una entrevista y nunca incluir esta información en el currículum, ya que no aporta valor en esta etapa, pero sí en los pasos siguientes.
Al proporcionar una referencia, puedes hacerlo de dos maneras: llevando una carta de recomendación firmada, o proporcionar los contactos en caso de que quisieran hablar directamente con tus referencias.
¿cuáles son las preguntas que realizarán a tu referencia? A continuación te damos a conocer las preguntas claves que realizarán:
- ¿Conoce al candidato?
- ¿Trabajó la referencia para el candidato, o el candidato trabajó para la referencia, o fueron compañeros?
- ¿Trabajaban juntos a diario, o de vez en cuando?
- ¿Cuánto tiempo trabajaron juntos?
- Describa las responsabilidades diarias del candidato.
- ¿Qué considera que necesita el candidato para realmente continuar su carrera profesional y su crecimiento profesional?
- ¿Por qué se marchó el candidato?
- ¿Podría haberse quedado el candidato si hubiera querido?
- Si el candidato sigue trabajando en el mismo lugar que la referencia, la pregunta se convierte en, ¿Por qué está el candidato pensando en un cambio de trabajo?
- Si estuviera contratando personal, ¿contrataría al candidato? y si la respuesta es afirmativa, ¿para qué puesto?