Las señales que pueden generar grandes conflictos en la oficina

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En la vida, uno selecciona a las amistades y a las personas con quienes quiere compartir. En cambio en el trabajo, esto no es posible. Por lo mismo, pasar alrededor de 8 horas diarias junto a personas con diferentes gustos, costumbres y creencias, donde además, debes sobrellevar momentos de estrés y estar abierto a distintos puntos de vistas, en muchas ocasiones da lugar a conflictos entre los compañeros de trabajo.

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Las discusiones en la oficina son inevitables, pero la jefatura tiene la responsabilidad de gestionar las situaciones conflictivas, de manera que afecte lo menos posible el ritmo de trabajo y a la propia convivencia. Es imprescindible que estas discrepancias se aclaren y resuelvan cuanto antes, de lo contrario puede afectar a la productividad.

Los líderes de equipos o jefaturas deben identificar a tiempo las situaciones que pueden desencadenar conflictos importantes al interior de la organización. Para eso, a continuación les entregamos las siguientes señales que les permitirán detectar estas situaciones y evitar grandes problemas:

Percepciones diferentes: es común que las personas tengan percepciones diferentes. En este caso, es fundamental que la jefatura se involucre y escuche ambos puntos de vista. A partir de aquí, debe generar una propuesta intermedia para no dejar a nadie insatisfecho. En el caso de que el líder no presencie esta discrepancia, es necesario que un tercero interfiera, de lo contrario, la discusión puede subir de tono.

Falta de claridad: la falta de claridad en la distribución de las tareas puede generar confusión entre compañeros o incluso entre departamentos, sobre las responsabilidades de cada uno. Esto genera grandes disputas, sobre todo cuando se buscan responsables de algún error o desperfecto. Lo ideal es tener por escrito las tareas a desempeñar en cada puesto y las relaciones jerárquicas claramente definidas. De este modo se pueden prevenir muchos conflictos.

Conflictos de intereses entre personas: en ocasiones las metas personales, hacen que las personas trabajen de manera muy individual. La aspiración de ascender es la más común, y es que esto contribuye a que el individuo trabaje de manera competitiva, privilegiando las tareas personales por sobre el trabajo en equipo.  Una medida preventiva es recordar constantemente a los colaboradores que deben alinear sus objetivos personales con los de la organización.

Choque de creencias o estilos de vida: ser tolerante y respetuoso con las distintas formas de pensar de los compañeros de trabajo, es imprescindible para conseguir que las relaciones sean gratificantes y así poder mantener un ambiente de trabajo sano.

Falta de comunicación: la mala o escasa comunicación puede tener grandes consecuencias, desde malos entendidos, hasta el fracaso de proyectos. Es fundamental que existan las instancias donde se fomente la información y la óptima divulgación. Es importante complementar los canales de información. Por ejemplo, hacer un e-mail informativo que resuma lo que se habló durante una reunión, pero además, que esta información llegue clara a todos los niveles de jerarquía.

Frente a estas señales, es necesario que la jefatura entrene a su equipo de trabajo para que sean capaces de controlar y manejar los conflictos y emociones. Esto permitirá que puedan solucionar sus discrepancias, sin que sea necesaria la intervención de él.

“Las relaciones interpersonales son fundamentales para el rendimiento laboral y empresarial. Es inevitable que existan diferencias, sin embargo, las relaciones entre los compañeros deben basarse siempre en el respeto, el buen trato y cooperación”, señala Ernesto Velarde, country manager de Trabajando.com Perú.

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