Después de varios meses de esfuerzo y de un buen trabajo en la ofina, se suele pensar en pedir un aumento de sueldo al jefe. En muchas ocasiones uno se pregunta qué es lo peor que puede pasar. La verdad es que pueden ocurrir muchas cosas: podrían haber cambios de funciones o incluso despidos si no se solicita bien dicho aumento.
Pedir un aumento requiere cierta preparación, habilidades y tiempo. Muchos empleados se lo toman a la ligera, asumiendo que los aumentos están basados en la ética, compromisos por el tiempo que se lleva en la empresa e incluso por circunstancias personales.
Los empleados no suelen estar al tanto de la dinámica del entorno de trabajo, el rendimiento de los empleados y el salario de los compañeros. Generalmente hay unos requisitos a la hora de pedir un aumento. Hay que preguntarse ¿Soy de los que generan el dinero o de los que ayudan a los que lo generan?
El mejor método para pedir los aumentos es establecer una agenda en el momento de la contratación. Mucha gente se puede frustrar cuando ve que el aumento no llega por sí sólo.
La compañía CareerBuilder.es ha elaborado una lista de diez consejos para que la petición que se lleve a cabo con mayor seguridad.
- Evita decirle a tu jefe que esperas que su respuesta sea afirmativa. Empieza por invitar a tu jefe a que diga que no. Dile que estas cómodo con una respuesta negativa y que no pasa nada si así fuera. Esto le relajará y mejorará el ambiente.
- Evita jugar con el factor emocional. Pon tu mente en blanco. No te pongas expectativas ni miedos. Sobre todo evita parecer necesitado, el factor número uno para que no se produzca un acuerdo. Aparentar no necesitar el aumento te dará más poder.
- No vayas a la reunión sin prepararla. Investiga lo que cobra una persona en tu mismo puesto e identifica los obstáculos que hay en tu camino. ¿Acaban de despedir empleados en tu empresa? ¿Va a venir una nueva directiva? Conoce todos los problemas que tu jefe tendrá en cuenta para darte el aumento.
- Evita intentar impresionar a tu jefe. Deja que se sienta cómodo contigo e incluso que se note superior. Nunca te vistas para impresionarle, presumir y no seas pretencioso.
- Evita hacerle una exhaustiva presentación. Habla lo menos posible. Hazle muchas preguntas a tu jefe para saber su postura, problemas, necesidades, objetivos…
- Evita hacer preguntas de `si´ o `no´. Haz que tu jefe te lo cuente todo realizando preguntas del tipo ¿Cómo…? ¿Quién…? ¿Cuándo…? ¿Por qué…? ¿Qué…?
- No pienses en el futuro aumento. No te centres en conseguir el aumento o hagas planes sobre ello. Céntrate en lo que puedes controlar: tu conducta durante la negociación.
- Evita pensar que tu misión es conseguir más dinero. Tu misión y el propósito de la conversación es satisfacer tus necesidades en la empresa y los objetivos. Cada decisión que tomes durante la negociación debe estar enfocada a hacer ver a tu empresa que darte un ascenso o un aumento irá en beneficio de sus intereses de negocio.
- Evita mostrar tu salario actual o tu puesto como un problema. Preséntate a ti mismo como una solución. No tengas miedo de dar ejemplos específicos de los desafíos a los que te has enfrentado y las soluciones que ofreciste.
- Evita dar un ultimátum. Continúa negociando aun no siendo necesario. Nunca amenaces, muestres otras ofertas o des una impresión de `o esto o nada´. Ten calma, comenta los problemas claramente y no tengas miedo de preguntar qué es necesario para solucionar esos problemas.
