Las mujeres físicamente atractivas tienen menos probabilidades de ser entrevistadas para un trabajo que las menos atractivas si incluyen su foto en su CV. A esta conclusión llegaron los investigadores israelíes Bradley Ruffle, de la universidad Ben-Gurion, y Ze’ev Shtudiner, de la Ariel University Centre, en su estudio Are good-looking people more employable?, tal como reportó la revista The Economist.
Para el estudio se enviaron 2,500 aplicaciones ficticias a vacantes reales. Tras contabilizar las respuestas de las empresas a las que se postuló, se halló que las mujeres físicamente atractivas debieron enviar once veces su CV mientras que las menos atractivas siete para conseguir una entrevista (los investigadores no incluyeron la contratación en el estudio, pues ésta depende de más factores, muchos de los cuales están influidos por una reunión).
Los investigadores descartaron razones convencionales que inicialmente podrían vincularse al hallazgo. Por ejemplo, el estereotipo que sostiene que las mujeres atractivas son menos inteligentes. Ruffle no halló ninguna relación entre la apariencia de inteligencia y conseguir una entrevista de trabajo en una mujer físicamente atractiva; el estudio se enfocó exclusivamente en atribuciones físicas, no intelectuales.
El estudio señala que la razón principal detrás de que a las mujeres atractivas les cueste más conseguir una entrevista de trabajo es que el 93% de quienes las selecciona inicialmente es mujer. Es necesario tomar esta conclusión con una pizca de sal. A este motivo no se llegó a través de ningún estudio, sino de conjeturas de los propios investigadores que no hacen más que añadir más estereotipos —desde perspectivas masculinas— a la situación desigual de la mujer en la empresa (especialmente aquel que sostiene que las mujeres menos atractivas sienten celos de las más atractivas).
Cabe recordar que la desigualdad de género en la oficina todavía es un asunto crítico a nivel global. La desigualdad de género laboral fue medida recientemente en términos de salario. Según un estudio de la University of Washington, una mujer blanca gana el 78% de lo que un hombre blanco en Estados Unidos, mientras que una latina sólo el 56%.
En el Perú, sin embargo, todavía el físico de una mujer es relevante para conseguir tanto una entrevista de trabajo como la posición. Un head hunter que prefirió no divulgar su nombre dijo a semanaeconomica.com que algunos clientes piden candidatas atractivas. “La buena apariencia influye sobre todo en la decisión final de contratación”, dijo. Sostuvo, en su experiencia, que la mujer menos atractiva físicamente debe tener una imagen de mayor agudeza para competir con la más atractiva.
Casos como el anterior podrían provenir de empresas con un fuerte dominio masculino o de poca modernidad en sus prácticas de contratación. El head hunter comentó que la búsqueda de una mujer por sus atributos físicos no es una práctica común, al menos en un alto nivel gerencial en empresas con buen gobierno corporativo. Lo mismo sostuvo Sandra Figueroa, senior associate de Korn Ferry: “Nosotros ni siquiera pedimos un CV con foto. Para nosotros el aspecto físico no es relevante, sino las competencias”. Figueroa sostiene, sin embargo, que a menor nivel jerárquico “el aspecto físico puede tener un rol más predominante, como en ventas o atención al cliente”.
Fuente: www.semaneconomica.com