La Harvard Business Review reveló en su último estudio que el tiempo empleado por los gerentes y empleados de una empresa a actividades de colaboración se había disparado hasta en más de un 50% en los últimos 20 años. El estudio en el que participaron 300 organizaciones obtuvo como resultado que los colaboradores destinan un 80% de su jornada laboral a reuniones o a responder pedidos de otros compañeros. Lo más sorprendente fue que solo entre 3% y 5% de los trabajadores que dedican su tiempo a trabajo colaborativo aporta algo valioso a la compañía.
Especialistas en el tema como el profesor de management de la Universidad de Oklahoma, Mark Bolino, advirtió que el exceso de trabajo colaborativo puede llegar a taponar el desarrollo del trabajo y producir agotamiento en el empleado.
Otro experto, Chris Joseph, explicaba en su artículo Success factors in marketing para el Houston Chronicle que incorporar el trabajo colaborativo en una organización trae consigo ciertos inconvenientes como la participación desigual, la posibilidad de que existan trabajadores que no funcionen bien en equipo, la limitación de la creatividad, los conflictos inherentes y un proceso más largo de producción de un resultado.
Según el estudio de la Harvard Business Review, para conseguir equilibrar el trabajo colaborativo y personal es necesario que la racionalización y distribución del mismo se haga en función del nivel de responsabilidad que recae sobre el trabajador. He ahí entonces, la importancia de identificar a los colaboradores capaces de resistir una mayor carga de trabajo. Para obtener un efecto positivo en el desarrollo del trabajo colaborativo es fundamental recompensar las contribuciones efectivas de los empleados.
La investigación menciona además, que el éxito del trabajo colaborativo se producirá siempre y cuando los jefes o líderes aprendan a reconocer, promover y distribuir eficientemente los distintos tipos de trabajo colaborativo para evitar que la productividad se estanque.
