Los límites emocionales que necesita en el trabajo

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Para desarrollar relaciones maduras y significativas debemos crear dos filtros: El primero implica protegerse de los demás. Una vez trabajé con una gerente que siempre retroalimentaba con sinceridad: “Creo que no eres buen escritor” o “Eso fue una tontería”. Mi respuesta fue escuchar como si todo lo que decía fuera verdad. Por fuera, me volví defensivo; pero, internamente, estaba emocionalmente golpeado. Necesitaba aprender a filtrar la retroalimentación.

El segundo filtro pasa por proteger a los demás de usted. Por otro lado, una vez trabajé con una líder con quien sentía que podía ser abierto. Un día me dijo: “Valoro lo que dices, pero a veces siento como si me golpearan el plexo solar cuando hablamos”. No estaba haciendo un trabajo bueno en lo que respecta a proteger a esta colega de mí. Necesitaba elevar el filtro de lo que compartía y cómo lo compartía.

Equilibrio

Aprender a aplicar ambos filtros suficientemente (pero no demasiado) es difícil. Si ambos filtros son bajos, usted es volátil: no se protege de los demás ni protege a los demás de usted. Se sentirá hipersensible a lo que le diga alguien pero hablará defensivamente. Pregúntese: “¿Estoy reaccionando de más?” y “¿Parece como que la otra persona está exagerando?” Aplique un impuesto a lo que la otra persona está diciendo, asuma que no está 100% en lo cierto. (*)

 

 

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