La tasa de desempleo juvenil global está regresando a su nivel más alto en veinte años, con 71 millones de jóvenes sin trabajo. Para poner esto en perspectiva, está cifra es superior a la población total de Tailandia.
Uno tendría que regresar a principios de los años 90, después del colapso de la Unión Soviética y el establecimiento de la Unión Europea, o al 2013, para recordar un peor momento para terminar la escuela y buscar un trabajo. Estos son tan solo algunos de los hallazgos perturbadores de la Organización Internacional del Trabajo en su informe anual de “Empleo global y pronóstico social para la juventud”, el cual se enfoca en personas de entre 15 y 24 años de edad.
El pronóstico es desalentador incluso para los que tienen empleo. Cerca de 156 millones de jóvenes empleados en economías emergentes y en desarrollo subsisten con ingresos inferiores a US$ 3.10 diarios. Este dato demográfico de jóvenes en búsqueda de una vida mejor es un importante factor impulsor de la migración internacional.
El problema es que las economías más ricas en las que estos jóvenes están intentando establecerse encaran sus propios problemas de desempleo. Cerca de 9.8 millones de jóvenes en economías de altos ingresos estuvieron desempleados el año pasado, llevando la tasa de desempleo juvenil a un 14.5%, más alta que la vista en economías de ingresos medios y bajos, dijo la agencia radicada en Ginebra en su informe del 2016.
Esto no refleja condiciones del mercado laboral más favorables para países en desarrollo.
“En su lugar, indica que las personas jóvenes en estos países deben a menudo trabajar, en trabajos típicamente de baja calidad y remuneración, para poder satisfacer las necesidades básicas para ellos mismos y sus familias”, según el informe de 48 páginas.
Más de dos de cada 10 jóvenes desempleados en estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estuvieron sin empleo por más de un año en el 2015, mientras que casi una tercera parte de la juventud desempleada en la Unión Europea de 28 naciones permaneció sin empleo por más de un año, dijo la OIT.