Los profesionales nacidos en las década de los 80 son los más propensos a cambiar de trabajo si así lo desean reveló un estudio elaborado por la empresa Delloite Perú. Un 82% de los millennials de las clases socioeconómicas A Y B lo aseguraron.
Para esta generación de profesionales lo más importante no es el salario, sino tener más roles de liderazgo, una oportunidad que pocas empresas dan . A pesar de eso, los millennials son mucho más exigentes a la hora de establecer sus demandas laborales.
Muestra de ello, es que el 70% de los encuestados refirió que su talento y sus habilidades de liderazgo no están siendo explotados por la empresa en la que trabajan por lo que no les importaría cambiar de una compañía a otra.
Alejandra D’ Agostino, socia líder de capital humano de la empresa consultora señala que las organizaciones deben reconocer que es fundamental que sus jóvenes colaboradores manifiesten su punto de vista. Las empresas deben ser capaces de escuchar, entender y lo más importante de todo, dar soluciones. D’ Agostino propone reforzar la comunicación con los talentos, brindar programas de mentoría, facilitarles flexibilidad laboral y colocarlos en roles de liderazgo.
Lo que caracteriza a los profesionales nacidos en esa década es que no dejan que sus valores y principios sean anulados por las directrices que ordena la empresa. Un 49% de los millennials preguntados indicaron que en algún momento se negaron a realizar una determinada labor porque iba en contra de sus principios.
Para el 95% de los evaluados la medición del éxito empresarial está más relacionado con la satisfacción del trabajador con la empresa, la lealtad de los consumidores, la calidad de los productos y los servicios que brinda, más no por las ganancias o rentabilidad que obtiene la organización. Los millennials mujeres están más enfocadas en el clima laboral de la empresa y en la filosofía de la misma, mientras que los hombres se fijan más en el producto y los servicios que ofrecen.
