Según estudio de Buk, 1 de cada 3 mujeres señala que tener poca flexibilidad laboral o posibilidad de teletrabajo es un factor que influye en la decisión de renunciar.
Lima, 07 de marzo del 2024.- Las peruanas están redefiniendo el panorama laboral al priorizar el teletrabajo, en especial al lograr equilibrar las demandas profesionales con la crianza hijos menores de 12 años, revela el estudio «Radiografía de las Mujeres en el Trabajo 2024», un estudio de Buk que, por segundo año consecutivo, arroja luz sobre la situación laboral de las mujeres.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, el informe también detalla que las mujeres muestran una mayor intención de renuncia que los hombres, el 15% de ellas está buscando trabajo activamente y el 35% desea hacer un cambio. Esto va de la mano con el hecho de que 1 de cada 3 mujeres señala que tener poca flexibilidad laboral o posibilidad de teletrabajo es un factor que influye en la decisión de renunciar.
“Estos hallazgos confirman las tendencias en el mundo laboral, y la gestión de personas, sino que también destaca la resiliencia y la adaptabilidad de las mujeres peruanas en la búsqueda de un equilibrio entre la vida laboral y familiar”, comenta Sebastián Ausin, country manager de Buk Perú.
Brecha salarial LATAM, un desafío
En promedio, la brecha salarial en Chile, Colombia y Perú en 2023 fue de 555 dólares, lo que representa una diferencia del 27%. Aunque en Perú la brecha es ligeramente menor, del 20%, persiste una diferencia. Además, las mujeres enfrentan dificultades adicionales pues si bien hombres y mujeres solicitan aumentos de sueldo en igual medida, solo el 35% de ellas recibe una respuesta positiva en comparación con el 45% de los hombres. En otras palabras, de cada 100 hombres que solicitan y reciben un aumento de sueldo, solo 77 mujeres reciben la misma respuesta según el estudio presentado por Buk.
“La brecha salarial sigue siendo un factor al que no debemos perder de vista pues las desigualdades de sueldo, así como de ajustes salariales, son claros entre hombres y mujeres”, agrega Ausin de Buk Perú.
Cuando se trata de aceptar una oferta laboral, las mujeres y los hombres coinciden en la importancia del salario y las oportunidades de desarrollo. En Perú, las diferencias de motivación entre géneros son aún más notorias: para los hombres existe una mayor priorización de oportunidades de crecimiento y retribución financiera, mientras que para las mujeres otros factores toman relevancia, especialmente la flexibilidad laboral: 32% de ellas menciona este aspecto como uno importante a la hora de aceptar una oferta, cifra significativamente mayor al 21% de los hombres.
Además, las mujeres tienden a negociar la oferta laboral menos que los hombres, y cuando lo hacen, los resultados son más negativos para ellas, resultando una desigualdad salarial persistente. En concreto, un 28% de las mujeres encuestadas en Perú dijo haber negociado el sueldo tras recibir una oferta laboral, lo que se traduce en nueve puntos porcentuales menos que los hombres. Y entre quienes negociaron, al 22% de las mujeres y 11% de los hombres no le mejoraron las condiciones.
Independencia laboral
Para muchas mujeres, la independencia laboral se presenta como una oportunidad para conciliar sus responsabilidades laborales y familiares, en contraste con los hombres, cuya motivación principal suele ser la diversidad de proyectos y la autonomía.
Sin embargo, en el caso de las mujeres que trabajan para una empresa u organización, quienes tienen roles ejecutivos y directivos experimentan grandes dificultades paran equilibrar el trabajo y la vida personal: solo 3 de cada 10 encuestadas (31%) percibe mejoras en comparación con el año pasado, cifra significativamente menor al 46% de los hombres en posiciones similares que afirman que su capacidad de conciliar vida laboral y personal ha mejorado.
Salud mental
Según resultados de «Radiografía de las Mujeres en el Trabajo 2024», una de cada cuatro mujeres siente que su salud mental ha empeorado en el último año. Las mujeres reportan niveles significativamente más altos de estrés y depresión en comparación con los hombres. Esta tendencia se acentúa entre las mujeres en roles ejecutivos y directivos, con el 54% experimentando estrés laboral frecuente.
“Si bien se han logrado avances, queda claro que se necesita un compromiso sólido y acciones tangibles para garantizar un futuro laboral más equitativo para todas las mujeres. La flexibilidad laboral, salarios justos y el bienestar mental siguen siendo áreas por priorizar en la gestión de personas’’, concluye Sebastián Ausin, country manager de Buk Perú.
El estudio «Radiografía de las Mujeres en el Trabajo 2024», fue realizado en Chile, Colombia, México y Perú.
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