Un estudio asegura que los directivos que van al gimnasio interactúan mejor con su equipo
”Cuando el jefe no está contento, todo el mundo es infeliz. Cuando el jefe va al gimnasio, la oficina puede respirar tranquila”. Ésta es una de las principales conclusiones de un estudio reciente centrado en el estrés laboral del directivo y su supervisión abusiva y, sobre todo, cómo el ejercicio puede ser un efecto amortiguador de todo ello.
El estudio ha concluido que el estrés y el comportamiento abusivo de los directivos se ve disminuido cuando los jefes acuden regularmente al gimnasio. Es una regla básica: si un responsable vive estresado en su puesto de trabajo, acabará traspasando ese estrés a su equipo y, como consecuencia, éste bajará su rendimiento. En cambio, si el jefe aprovecha y se toma un tiempo para ir al gimnasio, se llenará de energía y, como no, se la traspasará a su equipo.
Según el estudio de la Universidad Northern Illinois,aunque las condiciones económicas actuales parecen que son la excusa perfecta para justificar el estrés de los jefes, no hay que olvidar que no necesariamente tienen que transferir estas frustraciones a su equipo.