Hablar sobre nuestra experiencia laboral frente a un reclutador puede ser afrontada de diversas maneras, algunas veces con nerviosismo, otras con jovialidad o rigidez. En cada entrevista surgen diferentes temas y conversaciones, pero hay algunas que debemos evitar más allá de nuestra preparación.
‘’No me llevaba bien con mi jefe’’. Por ningún motivo hay que criticar a un antiguo empleador, compañero o empresa. Resaltar las discrepancias con los jefes puede alejarnos de ese puesto, ya que pueden tomar tus palabras como amenazas hacia el ambiente laboral de la empresa.
‘’Mi trabajo anterior era aburrido’’. Sería mejor decir que estás disponible a nuevos desafíos y para aprender. No importa cuan cierto sea la apreciación que se tenga de un empleo anterior, hay que evitar decirlo.
‘’Casi’’. Evitar esta palabra, porque hará que se detallen los motivos y muchas veces pueden quitarnos puntos. Hay que enfocarse en lo que conseguimos, no en lo que casi logramos.
‘’Tengo varias enfermedades’’. Las empresas requieren empleados activos y constantes, padecer una enfermedad significa faltas y reemplazos, es mejor omitir y demostrar con los resultados que eres un valor agregado a pesar de todo.
‘’Soy el mejor candidato’’. Si uno quiere demostrar seguridad, no debe mencionar esta frase, que nos dará imagen de soberbios. La seguridad se muestra en las respuestas y posturas, no con actitudes despectivas.
“En las primeras entrevistas, es importante que te enfoques en lo que puedes ofrecer y no tan sólo en lo que quieres. Evita hablar mucho de lo que tú exiges. Al pedir ubicaciones, horarios y compensaciones, desanimarás al reclutador. Enfócate más en lo que tú puedes entregar; ofrece más y pide menos”, señala Ernesto Velarde, country manager de Trabajando.com Perú.