“Es uno de mis mejores empleados. Siempre trabaja 10 horas al día, y a veces incluso más”. ¿ Así lo juzgan su jefe y sus colegas? Probablemente sí.
Un estudio del 2010 publicado en la revista Relaciones Humanas encontró que un grupo de 39 gerentes corporativos generalmente consideraba que los empleados que trabajan horas extras en la oficina son más dedicados, trabajadores y responsables.
Inapropiado
Este esquema mental es completamente inapropiado para el mundo profesional actual. Los abogados, los consultores y los analistas deberían ser juzgados con base en el valor que crean a través de su conocimiento, y no por la cantidad de tiempo que pasan en la oficina.
Cuando los gerentes evalúan en función de esto último, impiden el desarrollo de hábitos productivos en sus empleados. Al enfocarse en las horas trabajadas en lugar de en los resultados producidos, permiten que los profesionales eviten contestar una cuestión critica: ¿Actualmente estoy usando mi tiempo de la mejor forma posible?” Como resultado, muchos profesionales a menudo usan su tiempo ineficazmente.
Lo peor de todo, si mide su productividad por el tiempo gastado, su única forma de avanzar es pasar más horas en la oficina en detrimento del resto de su vida.
¿Cómo puede distanciarse de esta rutina de largas horas desperdiciadas?
Empiece evaluando constantemente las formas en que usa su tiempo. Esto significa saber qué es importante para usted, su organización y su jefe y qué no es importante.
Piense críticamente respecto a sus prioridades. Después, prepárese para negarse a peticiones que no importen: niéguese a reuniones siempre que pueda. Para ser educado, puede mencionar su masiva carga de trabajo y pedir que mejor le muestren las minutas de la reunión.
Otro punto crítico; no tema usar el botón de “borrar” al revisar la bandeja de entrada del correo electrónico. Si no puede negarse a cierta petición, reconozca que tal vez solo requiera un esfuerzo mediano.
Aunque los empleados pueden cambiar sus hábitos, las organizaciones necesitan líderes determinados por hacer cambios más radicales. Precisamente los líderes deben reformar exhaustivamente la estructura de reconocimiento de su organización.
¿Se elogia a los empleados por ir a trabajar un sábado aunque solo sea para terminar un trabajo que pudo haberse completado durante horas regulares?