American Management Association acaba de publicar las conclusiones de su última encuesta en la que ha confirmado que gran parte de las compañías no tienen definida una estrategia clara para afrontar la partida inesperada de sus directivos. La mayoría de las empresas que han participado en este estudio consideran que planear una transición del poder que no sea brusca es muy importante.
Que un directivo deje de manera inesperada y repentina su cargo es una situación concreta que las empresas deben saber gestionar de manera óptima, porque de esta gestión derivará también el futuro de la compañía.
Según el estudio llevado a cabo por American Management Association sólo el 14% de los directivos encuestados consideran que sus empresas están bien preparadas para superar esta situación. Pese a ser una situación inesperada, la empresa si puede estar relativamente preparada si cuenta con una buena estrategia previa al respecto; aunque la realidad, según el estudio, es otra. Solamente una de cada cinco compañías tienen un plan de reacción establecido ante la marcha de un directivo.
Sandi Edwards, vicepresidenta de la American Management Association Corporate Learning Solutions, cree que `solo una pequeña minoría de las organizaciones parecen listas para manejar una sucesión de alto nivel en una emergencia´. Este hecho significaría que `la mayoría de las compañías están corriendo un alto riesgo al fallar en hacerles frente a sus problemas de fortaleza del banquillo´, añade.