La marca personal se refiere al sello distintivo que tiene cada uno, se genera como resultado de la combinación única de rasgos que posicionan al profesional como la mejor opción para ocupar un puesto determinado.
De acuerdo con Rosana Vargas, profesora de los Programas de Especialización para Ejecutivos de ESAN, una marca personal se construye en base a la identificación de las fortalezas que nos diferencian y que nos generan oportunidades de acceso a un determinado mercado laboral o a una empresa meta en el marco de nuestro plan profesional.
En este sentido, la autenticidad de la marca personal es la que nos asegura la consistencia y coherencia entre nuestras competencias, especialmente las blandas, y las expectativas del empleador.
El proceso de descubrir la marca personal se inicia con la evaluación objetiva de las posibilidades de acceder a un mercado o empresa determinada.
La marca personal es el instrumento que vuelve a los profesionales más competitivos, facilitando la toma de decisiones, pues construirla y mantenerla es un esfuerzo permanente que se despliega con facilidad cuando se han definido los objetivos de la vida profesional.
Tres preguntas simples pueden ser el punto de partida en la construcción de nuestra marca personal: ¿quién soy?, ¿qué ofrezco? y ¿quién me necesita?