¿Por qué cada vez menos mujeres trabajan en empresas tecnológicas?

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A propósito del Día Internacional de la Mujer, tres peruanas emprendedoras comentan acerca de los retos y oportunidades que se presentan en un sector donde la participación femenina es solo del 10%.

En el pasado, las profesiones tecnológicas como programador, desarrollador de software o diseñador web, eran asociadas únicamente a hombres, como la mayoría de profesiones relacionadas a la ciencia.

Sin embargo, en los últimos años esta situación viene cambiando para bien, con una mayor inclusión de la mujer en este tipo de roles. Aún así, la brecha todavía es muy grande si se considera que solo 1 de cada 10 profesionales del sector son mujeres, teniendo como referencia las estadísticas en Perú.

Negocios tecnológicos 

Los negocios tecnológicos son una de las industrias con mayor proyección de crecimiento en los próximos años, por lo que suponen una alternativa para incrementar la participación laboral femenina.

Como señala Claudia Márquez, Directora de Tecnología y confundadora de Caleidos (agencia de innovación tecnológica), “Actualmente, las mujeres representan alrededor del 70% de los jóvenes que no estudian ni trabajan en América Latina y cuando trabajan, la mayoría se ubica en el sector informal, es decir, existe un gran número de mujeres que se encuentran limitando su talento”.

Así, una mayor participación femenina no solo sería beneficioso para las profesiones tech, que se desarrollarían bajo diversas perspectivas, sino que ayudaría a muchas mujeres a crecer personal y profesionalmente.

Y cada vez surgen mayores oportunidades, en diferentes industrias que buscan llevar a cabo una transformación digital. “Grandes bancos, aseguradoras, universidades, medios, empresas de belleza y de consumo masivo están buscando programadores para sus equipos” comenta Márquez.

Efectivamente, se calcula que los profesionales en la tecnología serán altamente demandados este año. “Un estudio de Cisco revela que este año habrán más de 17 mil puestos de trabajo disponibles en el sector, por lo que las oportunidades para que más mujeres formen parte de esa fuerza laboral son enormes”, explica Mariana Costa, CEO y cofundadora de Laboratoria, programa educativo que forma a mujeres programadoras y desarrolladoras web.

En general, el crecimiento de los negocios tecnológicos a nivel global, le da a las mujeres la oportunidad de desarrollarse no solo en su país, sino a nivel internacional. “De hecho, para el 2025, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se necesitarán 1.2 millones de software developers en Latinoamérica”, agrega Costa.

Por su parte, Claudia Quintanilla, COO y cofundadora de Rextie, casa de cambio de divisas online, señala las oportunidades para la mujer en rubro de las fintech (empresas que emplean la tecnología para brindar servicios financieros).

“En el informe Fintech América Latina 2018, crecimiento y consolidación, el BID indica que en cerca del 35% de los emprendimientos de servicios financieros asociados a la tecnología, hay al menos una mujer entre los fundadores”, apunta.

Respecto a la formación de nuevas profesionales en este tipo de carreras, la ejecutiva reconoce el déficit en comparación a los hombres que se desempeñan en estas profesiones, resaltando la importancia de una educación enfocada en la igualdad.

“Según datos del INEI, el 7.6% de la mujeres tiene como preferencia estudiar o han estudiado carreras de ingeniería. Se deben seguir consolidando iniciativas orientadas a la enseñaza de desarrollo y tecnología desde niñas, lo que tendrá gran impacto en el futuro y por ende en la participación de las mujeres en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, por sus siglas en inglés)”, concluye Quintanilla.

Como se ve, las oportunidades para las mujeres en el sector de la tecnología van en aumento. Es necesario que se fomente y apoye el interés por este tipo de profesiones, a través de un sistema educativo que rompa los estereotipos tradicionales y que en las empresas se valore por igual a los profesionales sin hacer distinciones de género.

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