Durante el siglo pasado el formato de planta abierta dominó el diseño de oficinas, aunque ya ha quedado relegado al desván de historia de la arquitectura. Debido a que las oficinas de hoy necesitan atender a los roles del siglo XXI: diseñador web; creador de contenido; productor de aplicaciones; científico de datos, por nombrar solo algunos.
Los empleados modernos quieren y a menudo demandan espacios flexibles propicios para pensar y que los ayuden a realizar las tareas que se les exigen. Estos podrían incluir cabinas insonorizadas, áreas de descanso con asientos cómodos o estaciones de trabajo para estar de pie.
En un blog de Forbes, Erika Andersen, autora de Growing Great Employees: Turning Ordinary People Into Extraordinary Performers (Desarrollar empleados extraordinarios: Transformando a la gente común en artistas extraordinarios), escribió que para esta nueva generación de trabajadores «el significado, la flexibilidad y el desafío son la clave para comprometer sus corazones y mentes».
Algunas empresas usan sus diseños de oficina modernos como una herramienta de contratación. Paralelamente, la investigación muestra que las características de las oficinas modernas, como la luz natural, ventanas con vistas a árboles y plantas, y una mejor calidad del aire pueden ayudar a los empleados a pensar, recordar, concentrarse y desempeñarse mejor.
Según el profesor Stephen Heppell, un experto que asesora a escuelas, empresas y otras organizaciones sobre cómo crear espacios de trabajo y aprendizaje flexibles, muchas de las innovaciones de los últimos 20 años se originaron en los sistemas educativos. «Es interesante que, al ingresar en Google y Facebook, todo se ve como lo que vería en las escuelas de alto rendimiento».
Las empresas innovadoras han adoptado la teoría de que las características lúdicas dentro de una oficina pueden impulsar la creatividad.