Recomendaciones para la gestión de despidos

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Una de las funciones básicas del departamento de recursos humanos es proporcionar el personal más capacitado y profesional posible para la realización de las diferentes actividades de la organización. Igualmente, debe tratar de retener a los buenos colaboradores.

Sin embargo, cuando uno o varios colaboradores no son productivos, no se adaptan ni actúan con integridad consistente, es necesario terminar con esa relación de trabajo, ya que no beneficia a la organización.

Esa terminación debe hacerse, de ser posible, con estilo, educación y sentido humano y una vez ponderada, no se ha de postergar. Es mejor terminar a tiempo un contrato que continuarlo en detrimento de la organización y de los que están en ella.

El superior inmediato es el responsable de informar esta decisión al afectado. Esta comunicación no será una sorpresa si el jefe ha estado informando consistentemente al subalterno sobre su desempeño.

A continuación, te presentamos algunas recomendaciones para tomar en cuenta a la hora de prescindir de los empleados:

  • El directivo o supervisor debe ser directo y breve al proporcionar la información sobre el despido. Debe decir al colaborador, en la primera frase, que va a ser despedido. No debe dejar lugar a dudas.  Puede, luego, en caso de que resulte pertinente, expresar su apreciación por la contribución que ha hecho el empleado.
  • El directivo no debe hacer comentarios personales. Es necesario mantener la conversación lo más profesional posible.
  • La sesión de terminación debe durar un máximo de quince minutos.
  • El directivo debe presentar por escrito las prestaciones.
  • El directivo no debe apresurar a que el empleado salga del lugar de trabajo, salvo que la seguridad peligre realmente.
  • El director no debe despedir a un empleado en un día especial, como por ejemplo el veinticinco aniversario en la empresa o el día que murió su madre.
  • El departamento de recursos humanos debe asegurarse de que el colaborador se entera de su despido a través de un directivo y no de un compañero, ya que probablemente se sienta herido y furioso. Por ello, la confidencialidad en esta tramitación debe ser extrema.
  • No hay que despedir a los empleados mientras que se encuentra de vacaciones, o cuando acaban de reincorporarse. Tampoco resulta conveniente comunicar esta decisión justo antes de un fin de semana en que tendrán mucho tiempo para pensar. El mejor momento para tener la entrevista para el despido es a mitad de la semana laboral.
  • Es importante que esta tramitación se realice con el mejor principio posible, porque a la compañía le ayudará que el despedido se vaya pensando en lo bueno que vivió en la organización y no se convierta en una persona resentida que en adelante hablará tan mal como pueda de la institución con cuantas personas le sea factible.
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