Es indudable que la Gestión del Desempeño es uno de los procesos clave para la gestión de los profesionales. Un estudio de Accenture realizó un análisis y concluyó que dedicaban el 75% del tiempo a hablar “de” los empleados y no “con” los empleados. Evidentemente, tiene que haber un cambio.
Cambiar reglas viejas
En el mundo de la colaboración y en la era digital, todo se resignifica: nuevos principios marcan lo valorado y cambian fundamentalmente la forma de hacer las cosas. El sistema de gestión del desempeño es uno de los procesos clave de la gestión del capital humano que resulta más impactado. Por lo tanto, las empresas deben adaptarse a los cambios de este proceso.
Las empresas deben poner el foco en cuáles son las “reglas nuevas”, intentando resumir las nuevas tendencias, de forma tal que el colaborador, que se enfrenta con la disyuntiva de revitalizar el proceso de gestión de desempeño, tenga algunos elementos para poder decidir, cambiar la forma de hacer las cosas y asegurar el impacto en la compañía
Los nuevos principios que impactan la transformación de la Gestión del Desempeño son los siguientes:
- Las personas como protagonista. Mientras en el paradigma anterior las personas eran pasivas y se sentían sometidas a un proceso evaluador, en los formatos nuevos son los protagonistas.
- El protagonismo de los pares. En los nuevos procesos el abordaje es más colaborativo. Todos pueden evaluar. La voz de los pares y de los colaboradores adquiere un nuevo peso. Es más, aparecen ya algunos procesos en los que la evaluación es solo de pares donde no existen los jefes. El colaborador puede pedir feedback cuando quiere y una vez por año recibe el feedback formal de sus pares.
- La simplicidad de los procesos. La tecnología es la nueva aliada en la simplificación de los procesos. La digitalización del proceso de evaluación del desempeño simplifica y elimina burocracia.
- El reconocimiento oportuno. El nuevo paradigma abandona los procesos formales anuales y fortalece el reconocimiento oportuno, convencidos de la importancia de fortalecer la cultura involucrando a todos. Nuevamente la tecnología da soporte a ello. Por ejemplo, cuando un colega tiene un comportamiento destacado e inmediatamente se puede enviar un reconocimiento.
- Más conversaciones de calidad. El nuevo paradigma estimula mayor cercanía y posibilita más instancias de intercambio.
- Los equipos al centro. Algunos nuevos procesos de evaluación permiten hacer foco en el desempeño de los equipos, generando métricas que pretenden ayudar a los equipos a buscar un desempeño mejor que se traslade inmediatamente a la experiencia cliente.
- La digitalización. La tecnología es siempre la gran aliada. Las empresas están comenzando su transformación digital, y esta es la gran base para que se pongan en juego mucho de los principios que se menciona antes.
Una nueva etapa en la historia de la gestión de las personas: por un lado, el replanteo de procesos clave, como la gestión del desempeño con más cercanía, foco en las metas, soporte a las personas y a los equipos, al mismo tiempo que el área de RRHH va de a poco transformándose en digital.