San Valentín: 10 claves para enamorar a tus trabajadores

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En este día de San Valentín, considerado el más romántico del año, aprovechamos en celebrar el amor que se debe tener en todos los lugares donde pasamos nuestro tiempo, en este caso la oficina.

En ella, todas las empresas sueñan con encontrar a los empleados perfectos, esos que están felices en su trabajo porque como buenos jefes, saben que un empleado contento es hasta un 88% más productivo, según el estudio de Edenred sobre “Estudio Felicidad y Trabajo”.

Así que si eres de los que creen en las relaciones a largo plazo y quieres que tus trabajadores hagan “match” con tu empresa y no te abandonen “nunca”, sigue estos 10 consejos.

  1. Cuida tu relación todos los días: Las palabras, los actos y los gestos, así como los pequeños detalles en fechas especiales son muy positivos para generar relaciones profesionales de confianza. Puedes hacerles la vida más fácil la vida con soluciones de conciliación y además evaluar de forma continua qué se puede hacer para que todo vaya mejor.
  2. Comunícate, tus empleados quieren escucharte: La comunicación interna (en todos los sentidos, no solo de arriba abajo) es uno de los factores más importantes para que los flujos de trabajo sean lo más eficientes y productivos. Escucha al otro, agradece el trabajo bien hecho, indica el rumbo a seguir, presta apoyo en los momentos duros, negocia cuando sea necesario… Que el silencio no mate vuestra relación.
  3. Todos tenemos vida así que ten en cuenta sus necesidades: Las políticas de RRHH deben adaptarse a las diferentes fases personales y profesionales que afrontan los trabajadores. Esto puede afectar, entre otros, a la política de retribución o la flexibilidad de los horarios. Hoy en día contamos con sistemas de retribución flexible que se adaptan con facilidad a las necesidades del empleado y son, además de muy fáciles de implementar, ¡muy efectivas!
  4. Respeta su vida personal: cuidarse uno mismo es esencial para dar lo mejor en el trabajo. Si tratas con respeto y cuidado su tiempo libre, enriquecerás la relación del empleado con la empresa, ya que estará basada en el respecto y el compromiso.
  5. Pega un salto fuera de la zona de confort ¿Tus empleados dejan de ser productivos por aburrimiento? ¿Se estancan demasiado tiempo con el mismo proyecto? Busca formas de hacer aflorar el talento. Las últimas tendencias de RRHH hablan de permitir que el profesional desarrolle su carrera horizontalmente (en diversas áreas, por ejemplo) porque, entre otros beneficios, esto estimula su motivación y le ofrece una visión global de la compañía.
  6. Sé honesto: A la hora de gestionar un equipo, es muy importante crear confianza a través de la honestidad. Si un proyecto no va bien, estimula el espíritu competitivo de tus empleados, reformula tus estrategias con su ayuda, y ten en cuenta sus opiniones. En la unión está la fuerza.
  7. Reserva algo de tiempo de calidad para estar juntos: Informes, reuniones, fechas tope. El día a día puede ser muy estresante, pero compartir momentos distendidos ayudar a conocer mejor al otro, relaja tensiones y genera empatía. Que el lugar de convivencia (la oficina) sea agradable, también ayuda bastante.
  8. Exprésate claramente: Nadie puede adivinar qué piensa o desea el otro. Para poder responder a las expectativas, los profesionales han de saber exactamente qué se espera de ellos. Los objetivos y plazos han de estar claros y, en caso necesario, ser consensuados por ambas partes para que sean realistas. En caso contrario, pueden generar frustración.
  9. Dales lo que se merecen: Ofréceles beneficios sociales, adaptados a las necesidades de cada empleado; es una práctica que fortalece y mejora la convivencia. Desde vales de comida para aquellos que cuentan con jornada partida, ayudas guardería para aquellos empleados con niños de 0 a 3 años o tarjetas transporte para los que se desplazan de casa al trabajo en transporte público. En definitiva, mímales y ayúdales en su día a día.
  10. Y, sobre todo, ¡mantén el sentido del humor! No lo dudes, habrá momentos duros; pero tan importante como la aptitud para salir de ellos en equipo, es la actitud. Sé realista, pero positivo y convierte los problemas en una desafiante aventura.

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