Contratar a la gente adecuada es crucial para cualquier negocio, pero sobre todo para las pymes, es decir, el 99% de negocios de nuestro país. Escoger a la persona equivocada no solo es una pérdida de tiempo y dinero, sino que además crea una onda de negatividad que afecta a todos los demás. Según Jeff Haden, colaborador de Inc., hay seis causas que desencadenan la elección del candidato equivocado. Y por eso ofrece seis consejos para intentar caer en ellos.
1. Ignorar el conjunto.
Todos los empleados tienen que seguir las directrices de la empresa, pero hay personas que no pueden o que simplemente no quieren. Un ingeniero con una trayectoria increíble no tiene derecho a comportarse como una diva y hacer el horario que quiera. Y usted no puede pensar que ya los cambiará, porque difícilmente lo hará. Así que antes de contratar a una persona, hay que tener en cuenta el conjunto de lo que implica, sus cosas buenas y las malas.
2. Escoger por la formación (y no por la actitud).
Las habilidades y los conocimientos son inútiles cuando no están bien envasados para su uso. La experiencia del trabajo es fácilmente transferible por los actuales trabajadores de la empresa, pero no se puede entrenar el entusiasmo, una ética de trabajo sólida o las grandes habilidades interpersonales. Por eso estos aspectos son mucho más importantes que los demás en la selección de un candidato. En caso de duda, contrate al que muestra una mejor actitud.
3. Ser demasiado exigente.
Es imprescindible que los candidatos se muestren interesados, claro, pero no se les puede exigir más de lo que vale la empresa. Los buenos candidatos han hecho los deberes y saben el valor que tiene la compañía para la que están postulando, pero si usted quiere que la vean como más de lo que es, perderán el interés. Simplemente sea sincero, describa la posición y responda a preguntas de manera sincera y objetiva. El candidato correcto reconocerá la empresa adecuada.
4. Contratar a amigos y familiares.
Es cierto que algunas empresas de éxito parecen reuniones familiares, pero hay que ir con cuidado a la hora de exagerar las cualidades de un conocido en una recomendación. Su deseo de ayudar a alguien cercano difícilmente se alinea con las necesidades de contratación de la empresa. Además, eso aumenta la posibilidad de conflictos interpersonales, y en casos extremos, pueden llegar a perjudicar su propio trabajo. Establezca una política estricta que marque las relaciones entre familiares y la empresa.
5. Ignorar la intuición.
Nada mejor que un proceso formal, de contratación exhaustiva, pero también hay que hacer caso a la intuición. La mayoría de los solicitantes de empleo están actuando para intentar impresionar al entrevistador, y es normal, pero a veces el corazón nos dice que la persona que tenemos delante está siendo totalmente sincera. ¡Hagámosle caso! Siempre que demuestre unas credenciales similares, claro, dejemos que nuestra experiencia nos guíe.
6. Tomar la oportunidad equivocada.
A veces, para acelerar un proceso de selección, ya sea porque nos corre prisa o porque estamos inmersos en cualquier otra cosa que nos parece más urgente, tomamos decisiones demasiado rápidas. Y es un gran error, porque aunque ahora nos ocupe otro tema, una mala decisión en selección nos ocupará mientras este esa persona en la empresa, del mismo modo que siempre nos gratificaremos de una buena elección. No hay que correr riesgos con los candidatos, pero tampoco provocarlos nosotros