La inteligencia emocional es como uno afronta los problemas y toma decisiones para poder superarlos. Es un factor que permite a una persona destacar del resto, ya que el temple con el que se solucionan los contratiempos dice mucho de alguien.
Según expertos, el 90% de los mejores profesionales posee una alta inteligencia emocional. Esto incide en cómo manejamos los resultados a la par de nuestras capacidades intelectuales.
El portal Entrepreneur detalló algunas señales de falta de inteligencia emocional que podrían complicar nuestra labor:
Estresarse con facilidad. La sensación de tensión, estrés y ansiedad son producto de un mal manejo de las emociones. La inteligencia emocional te ayuda a manejar mejor el estrés al ayudarte a identificar las situaciones que te agobian y a enfrentarlas adecuadamente a tiempo.
Cuesta ser asertivo. Mantener un balance de buenos modales, empatía y cordialidad ayudarán a manejar los conflictos. No contar con estas actitudes provocará más de un problema.
Vocabulario emocional limitado. Muchas personas definen su estado de ánimo como “malo”, mientras que las emocionalmente inteligentes saben decir “frustrado”, “ansioso”, “irritable”, etc. Cuanto más específica sea la palabra, mejor conocimiento tendrás de qué estás sintiendo, qué causa la sensación y qué hacer al respecto.
Defender posturas con vehemencia. No argumentar con sobriedad y tornarse agresivo cuando se explica una posición afecta a los planes que se trazan.
Guardar rencores. Vivir con rencor significa que estás guardando el estrés de un enojo y las personas emocionalmente inteligentes saben que deben evitar esto.
No dejar ir los errores. Reincidir en los mismos errores hace que te dé ansiedad y miedo de intentar cosas nuevas.
Sentirse incomprendido. Las personas con alta IE saben que no siempre se da una comunicación efectiva. Reconocen cuando las personas no los están entendiendo, ajustan su estrategia y emiten su idea hasta que se dan a entender.
No reconocer a los triggers (disparadores). Las personas emocionalmente inteligentes estudian a quienes las presionan en exceso y evitan situaciones en la que las cosas podrían descontrolarse.
Culpar a terceros. Las emociones vienen de uno mismo, nadie puede hacerte sentir algo que no deseas.
Ofenderse con facilidad. Las personas estables emocionalmente son seguras y de mente abierta. Incluso pueden mofarse de sí mismas porque saben identifican es límite entre el humor y la degradación.