Si en tu empresa se cometió un error grave en el pasado, aprende a superarlo. Sólo así podrás innovar y aceptar nuevos retos. Estas experiencias negativas por lo general dejan a las empresas nerviosas y a la defensiva por el temor de cometer nuevamente los errores, algunas veces incluso evitando nuevos proyectos que podrían beneficiar a la empresa.
Si tu empresa aún carga con errores del pasado que siguen generando escalofríos entre tu equipo , a continuación los tres pasos que se debe aplicar para dejarlos atrás y seguir adelante:
1. Regresa al pasado y piensa qué ocurrió y por qué
Si un error del pasado está previniendo a ti y a tus empleados de tomar un nuevo proyecto que podría ayudar al negocio, entonces debes dar una forma de que puedan superar esa aversión. Para lograrlo, empieza haciendo un examen riguroso de lo ocurrido y delimita cuáles fueron los problemas que provocó.
Nombrar razones específicas y tangibles del fracaso y deshacerte de aquellas ambiguas y abstractas te ayudará a disminuir el miedo. Cuando tus empleados observan que los problemas son comprensibles y conocidos sentirán más confianza de tratar de hacer algo nuevo y diferente.
2. Ve el problema desde un nuevo ángulo
Cuando tememos repetir los errores del pasado, nos inclinamos más a tomar las opciones más seguras y olvidamos la innovación y nos atenemos de tomar riesgos. Para ayudar a tus empleados a sentirse cómodos de realizar un proyecto similar nuevamente, necesitas mostrarles que es posible tener resultados muy distintos.
Para hacerlo, encuentra soluciones a todos los problemas con los que te encontraste la primera vez y haz las cosas de una forma completamente diferente cuando lo vuelvas a intentar. Hacer cambios específicos en la planeación y ejecución de estrategias facilitará el no cometer el mismo error, demostrándole a tu equipo que un gran error puede convertirse en un acierto.
3. Comparte las lecciones que aprendiste
Cuando los empleados nuevos sugieren ideas que te recuerdan a los errores del pasado, comparte las lecciones que aprendiste de ellas. En lugar de simplemente rechazar la idea explica por qué un esfuerzo similar no funcionó en el pasado. Una nueva persona puede ofrecer una perspectiva fresca o una solución innovadora a los problemas que encontraste la primera vez.
Como alternativa a las conversaciones casuales, podrías establecer un programa de boot camp donde los nuevos empleados pasan algunos días con cada equipo, acumulando conocimientos y experiencias de ellos. Finalmente, lo que quieres lograr es crear una cultura donde se afronten los errores y no una donde se eviten.