Al observar el entorno de una empresa se puede deducir hacia dónde van direccionadas las decisiones o qué influye a la hora de tomarlas, pues es claro que existe una directa relación entre los diferentes estamentos que la rodean y el compromiso que se adquiere con cada uno de ellos al conformar la empresa.
Si analizamos uno por uno, vemos como frente al Estado, se debe considerar una serie de aspectos que van desde los impuestos de ley con que se debe cumplir, como con las medidas que éste adopta en la parte macroeconómica y política que de hecho afectan de manera directa a la organización, lo cual nos dice que ya aparece una serie de decisiones que se deben tomar para lograr una relación que permita un funcionamiento adecuado y dentro de las normas que exige dicho Estado.
Asimismo, ocurre con los Proveedores y Acreedores. La empresa debe tener políticas definidas en cuanto a su relación con éstos, se deben considerar cuáles son las decisiones a tomar para que la compañía maneje un balance ideal entre sus ingresos, gastos y costos, que le den la solidez necesaria para operar bajo riesgos controlados, permitiendo su permanencia y crecimiento en el mercado.
La Competencia, evidentemente genera otro tipo de toma de decisiones ,como quiera que día a día se estará luchando hombro a hombro por el control del mercado, esto hace que se consideren los mecanismos que se van a utilizar para su conocimiento y análisis y paralelamente determinar las estrategias para lograr la mayor lealtad de los clientes actuales, así como la de atraer a aquellos potencialmente atractivos para la empresa.
Para el caso de la Comunidad, en la que se presenta una directa responsabilidad de la empresa en cuanto al desarrollo de la región, que en términos generales implica la generación de empleo, mejoramiento de la calidad de vida de los empleados, adoptar medidas para la conservación del medio ambiente, etc, puede pensarse que el tipo de decisiones que se toman para este caso en concreto a diferencia de las anteriores van más ligadas o enfocadas hacia un bienestar de las personas sin percibir unos beneficios tangibles o de tipo económico para la organización, como sí sucede con los otros estamentos, que en algunos casos es de obligatoriedad para su funcionamiento.
Es importante tener en cuenta que la calidad de las decisiones que se tomen en una organización, dependerán en gran parte de la calidad de la información de que se pueda disponer, ésta debe ser actualizada, precisa, confiable, que facilite el proceso de análisis de tal manera que sea lo más aproximado a la realidad, es decir, trabajar a la luz de los hechos y los datos.