Tres nuevas formas de evaluar el talento

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El uso de un Software de Recursos Humanos para evaluar el desempeño laboral ayuda a descubrir otras potencialidades en los trabajadores.

Evaluar el talento de la empresa es vital para saber cómo marcha la productividad, qué cambios se necesita para que los trabajadores rindan más y mejor, y servirá de alerta a la empresa para detectar los riesgos de fuga de talento, así como posibles conflictos.

“En las nuevas tendencias de evaluación el centro es la persona, ya no importa medir al milímetro los resultados, tanto como asegurarse de que la persona mejore de forma continua y se adapte rápidamente a los cambios que ocurren dentro de la empresa”, señala Mónica Calvimontes, gerente de soluciones de Ofisis Capital Humano.

Ante este nuevo panorama, la especialista señala tres nuevas tendencias para evaluar el talento hoy en día.

  • Performance Management

Este modelo de gestión es fundamental para promover y mejorar la efectividad del trabajo. Es una evaluación continua, que inicia con la fijación de objetivos, pasa por el entrenamiento, la evaluación y el feedback de rigor.

Utilizar herramientas tecnológicas como un software de Recursos Humanos para medir la productividad y la forma en que los trabajadores se relacionan es muy importante. Los softwares de RRHH están diseñados para trabajar en equipo, usarse en móviles y en redes sociales. Así, los trabajadores pueden acceder al Software desde la nube -en cualquier lugar-, revisar sus avances, continuarlos, registrarlos, comunicarse con sus compañeros de otras áreas y retroalimentarse mutuamente.

Los datos que registre el Software nos permitirán saber cómo está trabajando la persona, en qué área es mejor, cuáles son sus debilidades y fortalezas, y con esos datos se pueden hacer proyecciones de su talento, quizás ofrecerle una nueva área, donde sea aún más útil.

  • Simulación y retos:

En el siglo XXI, la mejor virtud de un profesional es su capacidad para aprender rápido. Y la mejor forma de evaluar esta habilidad es poniéndola a prueba cuánto menos lo espere.

No se trata de hacer una ‘prueba’ como tal. Simplemente, hay que plantearle retos que escapen de su trabajo diario. Por ejemplo, se pide al trabajador que cree una estrategia de negocio para otra área de la empresa y se le da un plazo razonable para lograrlo. “Más allá de los resultados, lo que el manager de RR.HH. debe evaluar es desde cómo se conduce el trabajador para pedir ayuda, recabar información, si pide consejos, investiga por su cuenta, es permeable a las críticas, puede trabajar bajo presión y, finalmente, si cumple con su trabajo”, añade Calvimontes.

El resultado, además de darnos la respuesta a su forma de trabajar, también nos hará saber si tiene más potencial y si la empresa está encausando ese potencial como se debe.

  • Coaching:

Una tendencia actual en la gestión de personal es dotar a los trabajadores de una suerte de mentor o tutor (no necesariamente tiene que ser el jefe), que a la par que trabaja con él también lo evalúe. Pero esta evaluación no significa controlar al máximo al trabajador, sino orientarlo en su trabajo, resolver sus dudas, ir detectando sus intereses y su forma de trabajar. 

Hablar directamente con el trabajador también es fungir de coach. Una conversación cálida y productiva mejorará visiblemente el desempeño de los trabajadores y lo motivará aún más.

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