El capital más importante de cualquier organización es el talento humano, convirtiéndose en la pieza fundamental para implementar la estrategia de negocio y alcanzar las metas propuestas por la dirección de la compañía. Por lo tanto, vale la pena implementar un buen clima laboral para mejorar la productividad.
Ser parte de una empresa que se encuentra en un estado permanente de tensión, significa estar frente a colaboradores estresados, que, según varios expertos afecta la productividad de las organizaciones.
Un estudio desarrollado por la Universitat de València y el Centro Europeo de Coaching Ejecutivo (CECE) congregó a más de mil colaboradores en una jornada sobre el efecto de las emociones en la productividad de las empresas
En el evento los participantes pudieron ofrecer su perspectiva sobre el impacto emocional que se vive en las organizaciones y el papel que juegan los directivos a la hora de alcanzar niveles positivos que afecten en la productividad de las empresas y por ende en su competitividad.
En este sentido, según el impulsor de la iniciativa, el Catedrático y Profesor de Dirección de Empresas en la Universitat de València, Roberto Luna, “las organizaciones no acaban de darle importancia a aspectos como el clima laboral, sin embargo, afecta a casi un 20% de la productividad de la empresa”.
Pero ¿Cómo construir un clima laboral positivo?
Construir un clima laboral positivo es tarea de todos los integrantes de la compañía, para lograrlo se debe tener en cuenta que las condiciones físicas: iluminación, ventilación, distribución del espacio, influyen tanto como las interpersonales: liderazgo, confianza, respeto, entre otras.
Lo más importante para alcanzar ese escenario es que existan interés y voluntad genuinos por parte de los involucrados, es decir, los directivos de la organización y sus colaboradores deben alcanzar consensos para ello, de lo contrario los trabajadores buscarán otras alternativas laborales.
La innovación, la creatividad y el liderazgo colaborativo son tendencias que permiten convertir a las organizaciones en lugares propicios para que los colaboradores exploten su potencial y contribuyan a construir nuevas estrategias para aumentar la productividad y la competitividad de la compañía en el mercado.