Estamos a solo un paso del fin de semana, preparados para escaparnos de la rutina diaria del trabajo. Algunas empresas han optado por implementar los códigos de vestimenta del “viernes casual” y seguramente que se han instalado en tu oficina.
Para regocijo de las generaciones X e Y, que son las que más valoran la posibilidad de expresar su personalidad en el trabajo, los “viernes casuales” se han expandido por las empresas del mundo en las últimas décadas.
Esta tendencia que supone la opción de dejar por un día la corbata o los tacos en casa para ir vestidos de forma más informal a la oficina, contribuye a que los empleados se relajen y se sientan más cómodos en el último día de la semana laboral.
Los beneficios de esta medida son tantos que algunas empresas ya están pensando en extenderla a todos los días. Entre otras cosas, contribuye a mejorar el estado de ánimo de los trabajadores y a disminuir los niveles de estrés, lo que repercute positivamente en la productividad laboral.
Reglas para la vestimenta
Sin embargo, si trabajas en el área de Recursos Humanos, debes tener en claro que es fundamental establecer reglas claras y definir de antemano qué se entiende por vestimenta casual.
Los empleados deben comprender que flexibilizar las reglas no implica el desorden absoluto: siempre se debe cumplir con un margen de sobriedad.
En ese sentido, no es recomendable el uso de shorts, faldas muy cortas, buzos escotados, sandalias playeras o zapatillas deportivas. Tampoco suele estar bien visto el uso de camisetas de ejercicio o vestimenta deportiva, así como cualquier prenda que deje expuesta la ropa interior.
La idea del viernes casual es dejar los sacos, las corbatas y los zapatos formales en casa, para sustituirlos por ropa más colorida y cómoda. Pantalones jeans(por supuesto limpios y prolijos) o de tela, faldas casuales no muy ajustadas, polos de tela tejida son buenas opciones para la oficina. Todo lo que se use en la oficina debe estar limpio y preferentemente planchado.
