Según un estudio del Instituto de la Microempresa del Grupo ACP (Aprenda), donde participaron más de 74.000 mujeres a nivel nacional, el 93% de las emprendedoras peruanas invierte las ganancias de sus negocios en el futuro de sus hijos.
Aprenda señala también, que el 18,8% de emprendedoras cuenta con estudios universitarios que, sumados a un 24,1% que tiene estudios técnicos, lo cual revela que solo el 42.9% accedió a la formación superior.
El informe indica que existen tres rubros en los cuales las emprendedoras invierten las ganancias obtenidas en sus negocios, como que el 48,2% decide ampliar su empresa; el 27,9% invierte en la educación de sus hijos y el 17% destina sus utilidades en realizar mejoras en su hogar.
“Estas tres prioridades detectadas, que juntas corresponden al 93.1% de respuestas, se relacionan directamente con un factor, sus hijos”, manifestó la gerente de proyectos de Aprenda, Miriam Vásquez.
Señaló que muchas mujeres emprenden un negocio motivadas por la necesidad de tener una fuente de ingreso que les permita darles una mejor calidad de vida a sus hijos, tanto a nivel académico como en el hogar, viendo la oportunidad de que ellos continúen con el negocio familiar para convertirlo en algo más grande de lo que construyeron.
“El principal motivo por el que las emprendedoras inician sus negocios es por amor. Ellas consideran que, al reinvertir sus ganancias están asegurando la continuidad de sus negocios en el tiempo y la obtención de más ingresos para costear los estudios escolares y superiores de sus hijos, mejorar el hogar donde vive la familia y asegurar que sus hijos puedan heredar el negocio familiar”, dijo.
La especialista consideró que las emprendedoras que tienen hijos o que planean tenerlos tienen muy clara la importancia de los estudios superiores como una inversión a largo plazo.
Vásquez precisó que este es el principal motivo por el que las mujeres emprendedoras cierran sus negocios en el primer año de funcionamiento.
Agregó que la segunda razón es el bajo acceso o en condiciones desfavorables al sistema financiero, y en tercer lugar, las exigencias para la formalización.
“En ciertas ocasiones, las emprendedoras consideran que llegar a la formalización tiene pros y contras muy marcados. Por ejemplo el Estado te incentiva a formalizarte con el fin de que tu negocio crezca y obtengas mayores oportunidades, pero cuando lo logras la entidad de administración tributaria y los municipios las ‘castiga’ con condiciones que pueden encaminar al cierre de sus negocios”, dijo.
Tipos de negocios. El estudio de Aprenda revela que el 33,5% de las mujeres emprendedoras en el Perú tiene negocios relacionados al rubro de servicios, tales como restaurantes, locutorios, servicios de fotocopias, entre otros.
El 22,3% se enfoca a emprendimientos relacionados con la producción; el 15,5% se encuentra en el rubro de comercio como bodegas, ferreterías y librerías; y un 9,9% tiene ambos negocios de comercio y producción.
Al consultarles por el personal o capital humano que cuentan en sus emprendimientos, el 26,9% trabaja de manera autónoma, el 27,3% cuenta con una persona adicional a ella; el 13.8% requiere de dos personas adicionales a ella, y sólo el 13,7% indica que tiene cuatro a más colaboradores.