Por Fernando Uyema Nakaganeku – Director de Estrategia de ACERCAR, asesores en gestión social y laboral
¿Cómo nos imaginamos que se desarrolla una negociación sindical?
Probablemente, pensemos en trabajadores con ingresos limitados que se agrupan en un sindicato para reclamar y exigir a las empresas aumentos de sueldo, beneficios económicos y mejores condiciones de trabajo. Como a veces el diálogo y los argumentos técnicos no funcionan, los trabajadores tienen bajo la manga medidas coercitivas legalmente válidas, como un paro o una huelga, para exigir sus pretensiones.
Cuando los argumentos que sustentan los pedidos de incrementos salariales no convencen o no son aceptados por las empresas, los sindicatos recurren a este mecanismo excepcional de imponer sus medidas de fuerza para hacer “recapacitar” o “amenazar” a las empresas y obtener los beneficios. Así ha sido desde que existen los sindicatos.
¿Se imaginan el mundo al revés?
Sí, una negociación que, por un lado, tenga a trabajadores asalariados ricos, millonarios, agrupados en un sindicato y, por el otro, a los empleadores y dueños de las empresas acorralados y recurriendo a medidas de fuerza, pidiendo comprensión a sus trabajadores para que no los hagan quebrar, y que sean razonables en sus sueldos y moderen sus pretensiones, pues estos trabajadores se están llevando la mayor tajada de la torta.
La negociación en la NBA.
Eso pasa en la NBA, sí, en la liga de básquet de los Estados Unidos. Ahí los basquetbolistas, que ganan cientos de miles e incluso millones de dólares, negocian con los propietarios de los equipos y celebran convenios colectivos. Para tener una idea, estos son algunos de los acuerdos más relevantes en el convenio del 2017 y que regirá hasta la temporada 2023-24:
- Se mantiene en 50%-50% la repartición de los ingresos que genera el campeonato entre los jugadores y los equipos. Hasta el 2011 fue de 57%-43% en favor de los jugadores.*
- El salario mínimo de los jugadores se determinó en US$ 800,000. Ese es sólo el mínimo, pues el salario medio de la NBA rondará los US$ 8,5 millones y alcanzará los US$ 10 millones en la temporada 2020-21*
- Se establece en 17 el límite de jugadores por equipo y el máximo de 5 años para la vigencia de los contratos.*
- Se regula la cantidad de partidos consecutivos, acortándose la pretemporada.*
- Los jugadores controlarán sus derechos de imagen y no la propia NBA*.
La huelga (lockout) de los propietarios de los equipos.
En el convenio del 2017 se ratificó que los propietarios de los equipos mantendrían el 50% de los ingresos que genera el campeonato. La participación de estos en el 2011 era de apenas el 43%. Por ello, realizaron un lockout -que es una huelga de empleadores- para lograr que los jugadores, que en aquel entonces recibían el 57% de los ingresos, aceptaran una repartición equitativa.
Los propietarios pararon el campeonato cerca de 5 meses, del 1 de julio al 8 de diciembre de 2011; es decir, recurrieron a una medida de fuerza como lo hacen los sindicatos de trabajadores para exigir a su contraparte “recapacitar” sobre su posición para que adopten una posición “razonable”. Al final, los propietarios lograron una mejor participación, alcanzando el 50% de los ingresos.
La lección.
Se debe tener cuidado con los paradigmas. No siempre las formas en que se desarrollan las negociaciones y los roles que cumplen sus participantes en estos procesos serán los mismos, por más que durante mucho tiempo se hayan repetido. Existe la posibilidad, como en el caso de la NBA y otras situaciones similares, en que en las negociaciones sindicales se desarrollen en circunstancias diferentes con una distinta correlación de fuerzas.
Nota: *Diario AS del 19.01.2017. Ya hay nuevo convenio de la NBA hasta la temporada 2023-24.
Sobre el autor
Fernando Uyema Nakaganeku
Director de Estrategia de ACERCAR, asesores en gestión social y laboral. Abogado por la Universidad de Lima, Master of Business Administration por CENTRUM, Escuela de Negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y Especialista en Negociación por la Universidad de los Andes de Colombia. Entre los cargos desempeñados se señalan el haber sido Gerente de Relaciones Laborales del Grupo Telefónica en el Perú y Gerente de Relaciones Comunitarias en CELEPSA S.A., una de las centrales hidroeléctricas más modernas del país y actualmente es Gerente de Estrategia de ACERCAR, empresa especializada en gestión social y laboral.