¿Cómo hacer del Onboarding una experiencia de RRHH única?

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El proceso de atracción, selección y contratación de talento es vital para las organizaciones. A esto hay que sumar que algunas empresas, además, deben considerar variables como la dispersión geográfica de los equipos, la gestión internacional de los Recursos Humanos, el compromiso de los empleados, sus aspiraciones, y las diferencias generacionales, para ofrecer un entorno laboral lo más idóneo posible.  

Afortunadamente tenemos disponible un proceso que muchas veces se subestima: el Onboarding, fase clave en la integración del empleado que sienta las bases de su compromiso y su fidelidad. Una gran tarea de las áreas de RRHH y de los managers para generar una experiencia positiva y retener al talento.

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Hoy en día, un porcentaje reducido de empleados, el 12 %, considera que su empresa ofrece una experiencia de onboarding positiva. Los empleados que han tenido una experiencia negativa tienen el doble de probabilidades de buscar nuevas oportunidades laborales en un futuro próximo.

Algunas ventajas del onboarding para los departamentos de RRHH y para los colaboradores son: empleados leales, comprometidos y productivos; mejora del Employer Branding de la organización, desarrollo de embajadores y reducción de los costos de contratación.

Por ello la importancia de entender e implementar de la mejor manera posible las fases del onboarding para ofrecer una experiencia positiva a los empleados. Esta etapa del proceso de incorporación del nuevo talento puede tener una duración aproximada desde uno hasta tres meses, depende de la organización y del puesto, ya que el onboarding finaliza cuando el empleado está totalmente operativo y comprometido. Por tanto, su duración incluso puede llegar hasta los seis meses.

Cegid América Latina, la marca de soluciones cloud de Nómina, Gestión del Talento y del Tiempo, presenta cinco claves a tener en cuenta para que el recién contratado se incorpore a la organización, viva una experiencia única y desee mantener un vínculo a largo plazo:

  1. Pre-onboarding. Periodo entre la firma del contrato y la incorporación al puesto. Es una fase estratégica ya que en ocasiones puede crear estrés o dudas en el empleado si no obtiene información sobre el estado del proceso.
  2. Primer día del empleado en la empresa. Llegada por primera vez del colaborador a su puesto de trabajo, recibe un paquete de bienvenida y conoce a su mánager y a sus compañeros.
  3. Relación con los managers. Fase que abarca todas las interacciones entre el mánager y el empleado, desde la firma del contrato hasta la finalización del primer mes. Oportunidad en la que se puede hacer sentir valorado al nuevo colaborador.
  4. Integración en los equipos. Son todos los puntos de contacto entre el empleado y sus futuros equipos, desde la firma del contrato hasta la finalización del primer mes. Las reuniones son imprescindibles, así como la organización de talleres o la generación de encuentros informales para originar acercamiento.
  5. Seguimiento. Momentos en los que el empleado comparte su experiencia con el área de RRHH y su mánager para asegurar una correcta integración del empleado. Posterior al mes, es necesario realizar una evaluación para analizar el periodo de onboarding del empleado.

El papel de la tecnología en la mejora de la experiencia del onboarding es esencial ya que incrementa los puntos de contacto entre el recién contratado y las diferentes áreas de la empresa. Ya sea a través de intercambio de información, de encuentros virtuales o físicos, de juegos, de aprendizaje digital, o bien, mediante un acceso sencillo e inmediato a las distintas herramientas de RRHH.


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