Lima, 7 de febrero de 2024.- La flexibilidad laboral hace referencia a la capacidad que tienen los empleadores de gestionar su planta para enfrentar los cambios y demandas que les plante el contexto en el que se desempeñan.
La flexibilidad se pude dividir en externa e interna. La primera dice relación con el tamaño de la planta, todo lo relativo a contratación y despido, y la segunda con la capacidad de la empresa para ajustar los horarios, espacios de trabajo, políticas salariales de sus trabajadores, entre otros aspectos.
La globalización, la tecnología y la nueva dinámica de las economías han obligado a las compañías a hacer algo para responder al mercado y seguir operando.
«Lo importante es que ese «algo» sea lo mejor posible para todos quienes participan en las empresas», dice Andrea Betancor de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI). «El problema que enfrentamos es que el término «flexibilidad laboral» genera mucha desconfianza, y eso no es casual», complementa la académica.
Esto se debe a que la «visión tradicional del término implica el concepto de una mayor libertad del empleador para poder contratar y despedir empleados, lo cual le asigna una imagen negativa y genera una satanización hacia los empleadores», indica Miguel Antezana, Coordinador Académico del Diplomado Internacional en Comunicación Interna de ESAN.
Sin embargo, al existir una relación contractual entre trabajador y empresa el concepto de flexibilidad laboral debería «entenderse en su verdadera dimensión; es decir, un acuerdo entre empleado y empleador en el que ambos buscan como fin último la generación de una relación ganar-ganar», asegura el académico de ESAN.
En este sentido, para que los beneficios de la flexibilidad laboral lleguen tanto a las empresas como a los trabajadores, Andrea Repetto, economista y profesora de la Escuela de Gobierno de la UAI, dice que idealmente «debe ser pactada con sindicatos que representen y resguarden los derechos de los trabajadores», ya que uno de los mayores temores que los empleados manifiestan es que «la flexibilidad los obligue a estar disponibles permanentemente». Asimismo, Andrea señala que también debe reflejarse en las «remuneraciones y condiciones laborales».
Flexibilidad y productividad
Los expertos coinciden en que la flexibilidad laboral bien llevada, impactará positivamente en la productividad. «Se tendrá un recurso humano satisfecho con la oportunidad de trabajar, satisfecho con las condiciones pactadas y motivado porque tendrá tiempo para dedicarse a otro tipo de actividades (de estudios, familiares e inclusive laborales)», cuenta Miguel Antezana, y por otro lado «para la empresa es una oportunidad de tener un horario de producción o atención mayor, y para los empleados de tener una jornada que se ajuste a su disponibilidad».
Por ejemplo, en el caso de la empresa de educación semipresencial, eClass,»cada colaborador sabe sus metas desde el primer día de trabajo y eso va en directa relación al tiempo y al cargo que se le ha definido. La productividad se define de acuerdo a cada persona y a cada cargo, la flexibilidad lo que hace es ayudar a que el ambiente laboral sea positivo y las personas trabajen felices. Es un círculo virtuoso», cuenta Constanza Imperatore, Directora de Desarrollo Organizacional y Comunicación de esta empresa.
Cabe destacar que eClass en 2012 fue reconocida entre una de las «mejores empresas para padres y madres que trabajan», y también ha sido destacada por ser una de las mejores compañías para trabajar en Chile.
Por su parte, Andrea Repetto asegura que «existe una amplia literatura en economía que muestra cómo la capacidad de adaptación de las empresas redunda no solo en una mayor productividad a nivel de la firma, sino que también a nivel de agregado. Ello permite responder a nuevas oportunidades productivas y que los recursos puedan asignarse más fácilmente de acuerdo a su productividad».
Una empresa que logre instaurar la flexibilidad laboral como una política interna, es factible que alcance «altas tasas de compromiso, baja rotación y excelentes climas laborales, lo que repercute necesariamente en mayores y sustentables niveles de productividad en las empresas. El problema de la flexibilidad, se da cuando las empresas no tienen asumido este concepto y fijan los sueldos y las oportunidades basados en una rigidez laboral», revela Constanza de eClass.
Solo cuando un país encuentre la mezcla adecuada a su realidad, entre flexibilidad y seguridad laboral, estaremos hablando de una relación donde todos ganen. «Si lo hacen, los riesgos para los trabajadores disminuyen. Flexibilidad pero con respeto a los derechos de los trabajadores y con un marco legal y de políticas (protección frente al desempleo, por ejemplo) que les proteja de los vaivenes de la economía, de los de su sector de actividad y de lo que pueden ser errores o mal manejo de las empresas», concluye Andrea Betancor.