Lima, febrero de 2025.- Es frecuente que los reclutadores pregunten a los candidatos por qué dejaron su empleo anterior. Por eso, es crucial que los postulantes preparen su respuesta con anticipación, para que puedan ofrecer una explicación clara y directa durante la entrevista.
Es importante tener en cuenta lo que los encargados de la selección de personal quieren saber: ¿Por qué dejaste tu empleo anterior? o ¿Por qué deseas cambiar de trabajo?
Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
- Ser conciso.- Expón de manera clara y honesta los motivos por los cuales dejaste tu empleo anterior, pero evita dar demasiados detalles o narrar toda tu trayectoria profesional.
- Evitar críticas.- No importa la razón de tu salida, nunca hables mal de la empresa o de tus jefes anteriores.
- Mantener una actitud positiva.- Si tu salida no fue en los mejores términos, enfoca tu respuesta en el futuro. No es recomendable mentir, ya que el reclutador podría verificar fácilmente la información.
- Preparar una estrategia.- Puedes mencionar situaciones como una reestructuración o fusión en la empresa, pero ten en cuenta que todo esto es verificable.
- Enfocarse en el futuro.- También puedes hablar de tus objetivos de crecimiento profesional. Este enfoque abre la puerta para resaltar tus habilidades y competencias.
- No improvisar.- Es crucial tener una respuesta clara y natural. Practicar frente al espejo o con amigos o familiares puede ayudarte a dar una respuesta fluida y creíble.
El candidato debe estar preparado para responder a esta pregunta con diversas opciones. Algunas respuestas apropiadas podrían ser:
- Cambio en el giro de negocio de la empresa.
- Razones familiares.
- Búsqueda de un horario flexible.
- Crecimiento limitado dentro de la empresa.
- Deseo de nuevos desafíos.
- Realización de estudios de posgrado.
- Necesidad de asumir mayores responsabilidades.
- Necesidad de cuidar a un familiar enfermo.
Sin embargo, hay respuestas que deben evitarse, ya que pueden perjudicar las posibilidades de conseguir el puesto, tales como:
- Despido.
- Problemas legales.
- Aburrimiento con el trabajo.
- Conflictos con compañeros de trabajo.
- Sentimientos negativos hacia el jefe o la empresa.
- Insatisfacción con el horario de trabajo.
- Dificultades con la naturaleza del trabajo.
- Problemas personales como un matrimonio inestable.
- Presión familiar.
Es importante que cada persona decida cómo explicar su salida, pero lo fundamental es evitar dejar dudas al entrevistador.
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