Las cifras del Instituto Nacional de Estadistica e Informatica afirman que son 5 millones 15 mil jóvenes los que integran la Población Económicamente Activa (PEA) del país. De este total, el 91.6% cuenta con un empleo y el 8.4% busca uno activamente.
Sin embargo, por cada empleado en el sector formal, 3.5 están en la informalidad. La falta de experiencia laboral y la escasa capacitación son las principales trabas a la hora de encontrar trabajo. Ante esta realidad, el empleo temporal se ha convertido en una opción para los jóvenes de 18 a 32 años.
Esta modalidad, favorece a la incorporación de trabajadores dentro de un ambiente flexible en el que puedan equilibrar su vida personal y profesional. Las personas que postulan a estos empleos buscan uno a corto plazo y que se relacione con su formación.
El 30% de los trabajadores de una empresa de empleo temporal acaba suscribiendo un contrato fijo en alguna de las empresas usuarias, sino que es la consecuencia del proceso de formación que mejora constantemente la cualificación profesional del trabajador.
Según el estudio “tráete un amigo” realizado por la de la Universidad Corporativa EULEN (UCE) y la Universidad de Salamanca, las recomendaciones se han caracterizado por poseer un alto compromiso organizacional en relación con los colaboradores y las funciones encomendadas, además de sentir mayor satisfacción tras conseguir un empleo a comparación de los empleados no reclutados a través de referencias de empleados
