Por Carolyn O’hara – escritora y editora en Pocket
Todos tenemos sucesos de vida que nos distraen del trabajo de vez en cuando: un familiar enfermo, un divorcio, la muerte de un amigo. No puede esperar que alguien dé lo mejor de sí en momentos como estos.
Manejar a un empleado que está pasando por un periodo de estrés es “uno de los verdaderos retos que todos los jefes enfrentan”, dice Linda Hill, profesora en Harvard Business School y autora de “Beeing the Boss”. Necesita ser empático y compasivo, y al mismo tiempo conservar su profesionalismo y mantener a su equipo productivo. Es una línea delgada que hay que cuidar, dice Annie McKee, catedrática de la Graduate School of Education de la Universidad de Pensilvania y autora de “How to be Happy at Work”.
Aquí les decimos cómo manejar a un empleado que atraviesa una crisis personal:
Póngase a su disposición. Si conserva un ambiente compasivo en la oficina, será más probable que la gente tenga la iniciativa de acercarse a usted cuando pasa por un periodo difícil.
No pregunte de más. Como líder necesita ser capaz de mostrar empatía y preocupación, pero también debe evitar convertirse en el confidente personal de un empleado.
Escuche primero, después sugiera. Un empleado quizá solo quiera una cámara de eco cuando habla de las dificultades de cuidar a un pariente enfermo o una oportunidad par explicar por qué su divorcio ha afectado a su capacidad de concentración.
Considere la carga de trabajo. Si hay gente que está dispuesta y es capaz de hacerse cargo de algunas de los proyectos de la persona en problemas, puede aprovecharlo de manera temporal. Solo asegúrese de premiar a la gente que está apoyando. Además, establezca calendarios para cualquier cambio real que hagas.
Sea transparente y constante. Sea consciente del hecho de que otros empleados van a prestar atención a cómo trata al colega en problemas y por lo tanto, esperarán consideraciones similares si ellos también se topan con dificultades en el futuro.
