Pensamientos y posibilidades: en el desarrollo profesional

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Por Rocío Rodríguez Barsallo – Especialista Gestión del Talento| Psicóloga | Coach

Como ustedes saben, el mundo laboral en la actualidad puede ser muy exigente y competitivo. Seguro muchos de nosotros estamos bajo presión constantemente e intentando hacer nuestras funciones en el trabajo de la mejor manera.

Imaginemos el caso de una persona que ha elaborado propuestas innovadoras para presentar a su jefe. Cuando se prepara para ir a ver su jefe piensa: “¿Y si no le gustan mis propuestas?”, “puede que no me preste atención y que mis propuestas no sean tan buenas” “Seguro me voy a confundir y no voy a poder explicar mis ideas”. Entonces esta persona decide mejor no presentar sus propuestas y continuar haciendo su trabajo de la manera que siempre lo ha hecho.

Veamos el caso de otra persona que tiene la oportunidad de liderar una negociación importante con un cliente. Antes de asistir a la negociación piensa: “En la última reunión no llegamos a un acuerdo, seguro en esta reunión tampoco”. “Mis argumentos parecerán absurdos”. “A lo mejor mi equipo no apoya mi punto de vista”. 

Entonces esa persona decide llamar el cliente y decirle que se encuentra con descanso médico y no podrá asistir a la reunión. Seguro algunos de ustedes han experimentado situaciones similares o han escuchado de algún familiar o amigo que ha pasado por eso.

Estoy de acuerdo en que nuestros pensamientos y emociones influyen en nuestras conductas. Considero que nuestros pensamientos son claves para guiar nuestras acciones y son una fuente valiosa de información. También estoy de acuerdo en que podemos lograr que nuestros pensamientos sean nuestros aliados y tomar distancia de ellos cuando nos favorezca.

Les comento lo que algunos autores tienen que decir al respecto. Peterson en su libro “Acceptance and Commitment Therapy in 3 steps” indica que La “fusión” con nuestros pensamientos y tomarlos en serio como verdades absolutas a veces limita nuestro comportamiento y nos previene de actuar en maneras que nos ayudan a conseguir lo que queremos. Ella explica que no puedes controlar cómo otros se comportan y no puedes controlar los pensamientos que aparecen en tu mente.

Pero puedes controlar como respondes a tus pensamientos y a los comportamientos de otros. Stephen Covey en su famoso libro “Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas” menciona lo siguiente: “No somos nuestros sentimientos. No somos nuestros estados de ánimo. Ni siquiera somos nuestros pensamientos. El hecho mismo que podamos pensar sobre esas cosas, nos separa de esas cosas y del mundo animal. La autoconciencia nos permite distanciarnos y examinar el modo en que nos “vemos””. 

Me pareció importante tratar este tema porque considero que un profesional puede ser muy competente, teniendo los conocimientos y experiencias necesarias para tener una carrera exitosa. Sin embargo, a veces por motivos personales, como la relación que tiene con sus pensamientos, sus acciones en el ámbito laboral puede no favorecer su desarrollo profesional. Que importante es al autoconocimiento, y la toma de conciencia sobre cómo nos relacionamos con nuestros pensamientos y sentimientos.

 

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