Ya has hecho lo más difícil, has conseguido un nuevo empleo. Estás feliz por la nueva etapa que se abre ante ti, pero también te inquieta ese porvenir incierto que te espera. ¿Cómo será tu jefe? ¿Habrá un buen ambiente con tus compañeros? ¿Te integrarás bien? Respira hondo y toma nota de estos diez consejos para entrar con buen pie en tu futuro laboral.
- Ten confianza en ti mismo: Ya te han seleccionado, eso significa que tus características se adaptan al perfil que la empresa necesita. Repasa mentalmente tus cualidades y también tus defectos, esto te ayudará a saber de lo que eres capaz. Si tienes seguridad en ti mismo las personas de tu alrededor lo notarán y confiarán en tus posibilidades.
- Infórmate sobre la empresa: Pregunta a tus contactos o visita la página web de la compañía y trata de conocer algo de su historia, así como su estructura y funcionamiento. Además, entérate de detalles prácticos cómo su ubicación o la forma de llegar que te ayudarán a ir sobre seguro en el primer día.
- Sé puntual: Procura llegar algunos minutos antes de la hora de inicio, ya estarás lo suficientemente intranquilo como para que un retraso te convierta en un manojo de nervios. En los siguientes días comprobarás si el personal cumple estrictamente el horario o si existe flexibilidad en este sentido y podrás adaptarte a lo que hagan los demás.
- Toma nota de los datos importantes: Lleva un cuaderno y un bolígrafo y apunta aquellos datos que puedas necesitar: claves, instrucciones, horarios, etc. No tengas inconveniente en preguntar las dudas que tengas, aunque con moderación, no necesitas saberlo todo en un día.
- La primera impresión es fundamental: Son varios los factores que influyen en la primera impresión que los demás se forman de nosotros y todos ellos son importantes: el lenguaje corporal, la forma de expresarnos y la vestimenta que llevamos son determinantes. Nuestra mejor tarjeta de visita es la sonrisa, que nunca debe parecer forzada. Al expresarnos, debemos ser educados, prudentes, amables y seguros y nuestra vestimenta ha de ser discreta y esmerada; mejor ser más formal de lo que se requiere que llamar la atención por lo contrario.
- Conoce tu entorno laboral: Trata de memorizar los nombres de las personas con las que a partir de ahora tratarás diariamente: tu jefe y tus compañeros directos. Ubica tu puesto de trabajo y los lugares que frecuentarás: el despacho de tu superior, el lugar donde se encuentran las impresoras y fotocopiadoras, la cafetería, los servicios, etc.
- Únete al grupo de forma natural: Las relaciones profesionales necesitan su tiempo, no es necesario forzar la situación, tus compañeros acabarán integrándote en su grupo. Si participas en alguna reunión sé prudente, escucha con atención y no hables demasiado. Participa sólo cuando tengas algo interesante que aportar, así tu criterio será respetado desde el principio.
- Fíjate en lo que hacen los demás: Recuerda la máxima “Donde fueres haz lo que vieres” y sigue el ejemplo de tus compañeros a la hora de comportarte, observa factores como la forma en que se dirigen al jefe, si el ambiente es serio o distendido o si se come en la oficina o fuera.
- Muestra tu predisposición a aprender: Expón tu interés por los detalles del puesto y por la estrategia y los objetivos de la empresa. Si transmites tu optimismo y entusiasmo ante el trabajo, tus superiores te considerarán una persona capaz de sacar adelante cualquier proyecto.
- No te exijas demasiado: Ten presente que es tu primer día y que nadie espera que vayas a rendir al 100%; necesitas un periodo de adaptación para ir aprendiendo todos
los procedimientos y tareas que tendrás que llevar a cabo. Más adelante tendrás tiempo de desarrollar tus habilidades y demostrarlas.
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