4 de cada 10 empresas buscan un diagnóstico empresarial pensando en el bienestar de sus colaboradores

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Los diagnósticos organizacionales indican que los aspectos a trabajar giran en torno a la estructura salarial, evaluación de desempeño, comunicación y clima laboral.

A raíz de la pandemia las organizaciones pasaron por cambios que, en muchos casos, las llevaron a repensar si sus prácticas internas estaban funcionando de manera correcta. Para Gustavo Martínez, gerente de Training & Consulting de Adecco Perú, en este nuevo escenario el lado humano está mucho más presente en las organizaciones y por ello hoy las áreas de gestión humana están más orientadas a escuchar a sus colaboradores y a medir sus acciones para poder generar cambios en beneficio de su grupo humano.

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Según el directivo, es por ello que iniciativas que influyen directamente en el bienestar del colaborador son valoradas cada vez más en las empresas, ya que se ha hecho mucho más evidente el impacto que pueden generar en el rendimiento de la organización y finalmente se refleje en el estado de resultados.

Asimismo, y como consecuencia, Martínez explica que las empresas comenzaron a poner énfasis en la evaluación del estado actual de la organización laboral y si estas efectivamente contaban con iniciativas que contemplaran las necesidades de los trabajadores.

Los diagnósticos organizacionales permiten dimensionar dónde están las dolencias de la empresa y proponer un plan de trabajo acorde a su realidad; y vemos hoy en día que el 40 % de nuestros clientes de la división de Training & Consulting solicitan un diagnóstico organizacional para ayudarlos a entender el estado en el que se encuentra su empresa frente a las necesidades de sus colaboradores”, comentó.

Así, el diagnóstico es el primer paso para iniciar el cambio y afrontar los resultados que se presenten implementando nuevas herramientas de mejora. En esa línea, algunos ámbitos indispensables a evaluar son:

  1. Estructura Salarial: En los últimos dos años, muchas organizaciones se vieron forzadas a reestructurar sus áreas y, por ende, los salarios según puesto y responsabilidad. Esto llevó a las empresas a captar personal ya capacitado, ofreciendo en algunos casos salarios más altos y beneficios que no eran considerados para equipo vigente.
    “Lo que no se evidencia es que hay talento dentro de la organización que se puede retener y que está preparado y familiarizado con el negocio, además de dispuesto a negociar su posición salarial”, agregó el directivo.
  2. Evaluación de desempeño: Este dejó de ser un indicador simple para convertirse en uno determinante para establecer iniciativas y planes de acción vinculados a los colaboradores, línea de carrera, etc. Es por ello que es crucial evaluar el rendimiento de manera periódica, sobre todo en una nueva realidad en la que el enfoque elevado a resultados es la variable principal de la efectividad de la organización.
  3. Clima organizacional: Es un ámbito de la empresa que ayuda a conocer el sentir de la organización y brinda luces sobre cómo se siente el colaborador en su ambiente de trabajo.
    Evaluar el clima organizacional ayuda a medir la temperatura de aspectos de interés para el trabajador como salud, responsabilidad, carga laboral, liderazgo, seguridad, entre otros que son considerados importantes para un trabajo de calidad”, afirmó Martínez.
  4. Comunicación: Es clave entender que sin comunicación ninguna de las iniciativas que se planteen desde cualquier ámbito de la empresa tendrán el efecto buscado. Es por ello que es importante preguntarse si el mensaje está llegando correctamente a los colaboradores y cuáles son los puntos de mejora en los que se debe trabajar para que esta herramienta sea usada de manera eficaz.

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